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La dramática llamada de un hombre atrapado en la DANA: “¿Qué hacemos?, ¿nos ahogamos aquí?”
19 de noviembre de 2025, 20:03h · Redacción
El juzgado que instruye la causa penal por la gestión de la DANA ha incorporado las grabaciones de un vecino de Paiporta, de 78 años, que pidió auxilio repetidamente al servicio de Teleasistencia mientras su vivienda quedaba completamente anegada. Las conversaciones reflejan la desesperación del matrimonio y el colapso de las líneas de Emergencias en los momentos más críticos.

Un matrimonio atrapado en una planta baja mientras subía el agua
La investigación judicial sobre la DANA ha introducido un nuevo y estremecedor elemento: la conversación entre Reyes, un hombre de 78 años residente en Paiporta, y varias teleoperadoras del servicio de Teleasistencia de la Generalitat. El hombre, que se encontraba junto a su esposa Filomena, también de 78 años, pidió ayuda mientras el agua invadía su vivienda sin posibilidad de escapar a un lugar elevado.
Las transcripciones, entregadas al juzgado sin indicación horaria, relatan cómo el agua procedente del desbordamiento del barranco comenzó a entrar por la puerta, superó los escalones de la casa y continuó subiendo rápidamente.
“El 112 no responde, están totalmente saturados”
En la primera llamada, la teleoperadora pregunta qué ocurre y Reyes describe cómo el agua está ganando terreno. La trabajadora le explica que el 112 no está atendiendo llamadas debido al colapso total de las líneas y le sugiere avisar a su hija. El hombre responde que también está intentando contactar con la Policía, pero nadie responde al teléfono.
“La única opción es seguir insistiendo o pedir ayuda a algún familiar”, le indica la teleasistente, que confirma una y otra vez que los servicios de emergencia no pueden ser avisados.
“Súbanse donde puedan, a la encimera si hace falta”
A medida que el agua aumenta, la operadora le insiste:
“Pónganse en el punto más alto de la casa. Si es necesario, súbanse a una encimera”.
Reyes contesta que no tienen dónde refugiarse: todo es planta baja y no hay un piso superior. La angustia crece con cada llamada: “Nos vamos a ahogar aquí”, repite entre sollozos.
“¿Qué hacemos?, ¿nos ahogamos aquí?”
En la llamada número once, el hombre pierde completamente la calma:
“Que nos vamos a ahogar, ¿por qué no viene nadie? ¿Qué hacemos?, ¿nos ahogamos aquí?”.
La operadora intenta tranquilizarlo y afirma que Emergencias está avisada, aunque reconoce que los accesos están bloqueados por la caída de un puente y que los equipos están desviando rutas para llegar a la zona inundada.
La desesperación de Filomena: “¡Nos ahogamos, Dios mío!”
En una de las últimas llamadas, es Filomena quien descuelga. Entre gritos y miedo, relata cómo el agua entra “por el patio, por la ventanilla” y avanza hasta la altura de las rodillas. “¡Se ha ido la luz, nos ahogamos!”, implora.
Las teleoperadoras intentan guiarla para que busque el punto más alto posible, pero en la vivienda no existe ningún nivel superior que permita escapar del agua.
25 llamadas y, al final, silencio
Teleasistencia registró 25 llamadas relacionadas con este caso. En las últimas cinco, realizadas ya por el propio servicio, nadie llegó a contestar. El matrimonio falleció en la vivienda en la que había vivido durante décadas.
El juzgado ha solicitado también audios del 112, entre ellos una llamada del propio centro de emergencias a Teleasistencia solicitando más datos sobre el aviso.
Nuevo giro en una investigación cada vez más amplia
Estas grabaciones se incorporan a un sumario en el que la jueza ha ordenado nuevas citaciones, entre ellas la del jefe de gabinete del presidente Mazón y la del subdirector de Emergencias. La magistrada trata de esclarecer por qué las líneas del 112 colapsaron y qué protocolos fallaron en los momentos más críticos de la catástrofe.
Etiquetas: dana Valencia, teleasistencia, inundaciones Paiporta, 112 colapsado, investigación judicial, emergencias Valencialeoperadoras del servicio de Teleasistencia de la Generalitat. El hombre, que se encontraba junto a su esposa Filomena, también de 78 años, pidió ayuda mientras el agua invadía su vivienda sin pos