El mes de mayo es, para todo aquél cuyos pasos le lleven por el entorno de la puerta barroca de la Catedral de Valencia, de flores y primavera, de lluvia y sol, pero sobre todo de la ‘escuraeta’.
Un mercado multicolor con mil y un utensilios y figuras de barro, cerámica… y las preceptivas campanitas. Una caricia colorista para el visitante y el autóctono.










VLC Ciudad / Fotos: Manuel Molines