La Valencia más negra de las dos últimas décadas del siglo XX se puede visitar a partir de hoy y hasta el 29 de junio en el MuVIM. ‘Calles negras. Valencia 1980-2000’ consta de cincuenta fotografías tomadas por cinco fotoperiodistas valencianos traen al recuerdo diferentes hechos relacionados con los crímenes ocurridos en diferentes puntos de la provincia durante ese periodo.
La diputada provincial de Cultura, Maria Jesús Puchalt, ha manifestado que la exposición es un reconocimiento a la profesionalidad de los fotoperiodistas, a la calidad y a la dureza de su trabajo, “pero también un reconocimiento a todos aquellos servidores públicos: policía, profesionales sanitarios, forenses, profesionales del derecho y de la judicatura, personal de limpieza, que se enfrentan con serenidad a ese lado de la realidad, muy dura en ocasiones, realidad documentada y narrada en estas fotografías”.
Para el director de VLC NEGRA, Jordi Llobregat, “es un orgullo contar con una muestra fotográfica cuyo contenido resulta estremecedor e ilustra una Valencia oscura y violenta que solemos ignorar”. Según ha destacado Llobregat, “un año más, la fotografía marca de forma excepcional el inicio del festival. Nadie debería perdérsela”.
Bernardo Carrión, periodista, comisario de la exposición y miembro de VLC NEGRA, ha remarcado el carácter histórico y documental de Calles negras: “Además de recordar algunos de los crímenes y sucesos más trágicos de nuestra historia reciente, es también un paseo por dos décadas durante el cual podemos comprobar cuánto ha cambiado la sociedad valenciana. Se ve en la forma de vestir, en los vehículos, en los uniformes de las fuerzas de seguridad y los objetos que en ella se muestran”.
Alcàsser, Larios, Civantos, Ewa Strinyak…
José Aleixandre, Manuel Molines, Vicente Martínez, Vicent M. Pastor y Guillermo Lucas son los cinco fotógrafos con obra en esta exposición, que ha contado con textos de apoyo de la redactora jefe de Sucesos y Tribunales del diario Levante-EMV y del mismo Carrión.
La muestra está dividida en 17 series que contienen entre una y siete fotografías y que enfocan diferentes aspectos del crimen y los sucesos. Así, encontramos de nuevo a Luis Martínez Larios, que en la década de los ochenta fue conocido como “El enemigo público número uno” o el trágico final del camionero Antonio Civantos, linchado brutalmente por los familiares de un niño al que atropelló de forma involuntaria. Diversos cadáveres de delincuentes y víctimas se muestran como recordatorio de un mundo violento que, como en cualquier lugar del mundo, también tiene sus manifestaciones en Valencia.
El caso Alcàsser está representado en seis fotografías que recuerdan el entierro de las niñas, la partida de La Romana donde fueron hallados los cuerpos y la detención del único condenado por estos hechos, Miguel Ricart, que ha sido excarcelado recientemente en aplicación de la doctrina Parot. La muerte de la prostituta de lujo EwaStrinyak también está presente en la exposición.
El payaso extorsionador, que pedía dinero en marcos a Leche Pascual a cambio de no contaminar sus productos, el hermanastro de El Lute, que fue juzgado en Valencia por un asesinato de un compañero o el atracador que tomó un taxi para desplazarse hasta la sucursal de la Caja de Ahorros de Daimús son algunos personajes peculiares que también se asoman a esta muestra.
Calles negras también fija su mirada en los delincuentes esposados, trasladados a juicio por las fuerzas de seguridad o muertos en reyertas o asaltos. El cartel de Calles negras, que muestra del dolor humano ante la fatalidad a través de una imagen de José Aleixandre, está protagonizado por los padres del Kung-fu, un delincuente común que encontró la muerte en el intento de atraco a un horno de Torrent al recibir un disparo de escopeta.
La exposición se puede visitar desde hoy y hasta el 29 de junio en la Sala Alta del MuVIM.
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