La pandemia por el coronavirus y las limitaciones que ha supuesto para la movilidad de las personas ha desembocado en que este año no hayan llegado a España las cuadrillas de esquiladores, que desempeñan una labor altamente especializada y que es fundamental para el mantenimiento de las explotaciones ovejeras.
Antonio Miguel Álvaro es ganadero y propietario de un rebaño de 700 ovejas en Aras de los Olmos, una localidad del interior de la provincia de Valencia, que observa con preocupación la situación de su explotación ante la ausencia de esquiladores, que suelen trabajar en España entre finales de abril y julio.
La restricción de movimientos de personas entre países provocada por el coronavirus impide que este año puedan llegar a España las cuadrillas de esquiladores procedentes de países del este de Europa y también de Uruguay para la temporada del esquileo, una labor imprescindible de cara al verano no solo por las altas temperaturas que se alcanzan en España, sino para evitar problemas sanitarios para los animales, como la proliferación de parásitos.
“Los esquiladores no han venido y es un problema que tenemos a nivel nacional”, explica en declaraciones a Efe Álvaro, que es miembro de AVA-ASAJA, ya que se trata de una labor muy especializada que no puede realizar cualquier persona.
La situación que están viviendo es “complicada” porque es un oficio “que no puede hacer alguien que puedas coger del paro o que tenga voluntad”, ya que “hay que ser ágil, tener práctica y saber manejar al animal mientras se esquila sin hacerle daño”.
Una de las soluciones pasaría por dejar “entrar” a España a los esquiladores para realizar esta tarea, pero no es fácil “porque estas personas tienen mucha movilidad”.
A este problema se le añade la bajada de consumo de carne de cordero derivada del cierre de restaurantes tras el inicio de la pandemia y Antonio explica que tiene 200 corderos que hubiera vendido para Fallas y para Semana Santa “y que continúan aquí, sigo dándoles de comer, crecen y estos ya están fuera de mercado en España”.
La solución para esta carne sería congelarla o la exportación “pero en otros países también tienen problemas por el coronavirus y si se congela, no se soluciona el problema se traslada para más adelante”.
Este ganadero valenciano considera imprescindible que el descenso del precio que ahora mismo ha sufrido la carne en las explotaciones ganaderas también se vea reflejado para el consumidor. EFE