La consellera de Educación, Cultura y Deporte, Mª José Català, se ha reunido con el alcalde de la pedanía dianense Jesús Pobre, Javier Scotto, que ha solicitado la declaración de la festividad de l’Escaldà de la Pansà como Bien de Interés Cultural Inmaterial.
L’Escaldà de la Pansà’ rememora las jornadas en las que se escaldaba la uva para convertirla en pasa y constituye uno de los actos centrales de las fiestas en honor al poeta local Ben al Labbana, que se celebran durante el mes de agosto en Jesús Pobre organizadas por la Asociación Riuraus Vius.
La Generalitat estudiará cómo proteger los elementos que conforman esta tradición singular, desde la vestimenta a la arquitectura de los riuraus, así como el proceso de secado de la uva o el paisaje de los viñedos de la comarca de la Marina Alta, entre otros.
El escaldado con corte de piel de las uvas de Dénia permitió el cultivo de uva moscatel, convertido en motor económico de la Marina Alta. Esta actividad dejó de realizarse por falta de competitividad a mitad del siglo pasado, aunque se conserva como tradición en Jesús Pobre y en la actualidad se puede reproducir gracias a la tradición oral, así como por la conservación de Rius Raus y los hornos de escaldar.
El proceso de l’escaldà comienza con el corte y transporte de la uva moscatel a un horno de escaldar constuidos, normalmente, sobre un desnivel del terreno para poder colocar la leña en la parte inferior de una gran caldera de hierro. Con el agua hirviendo, se deposita el ‘lleixiu’, producto cáustico a base de cenizas vegetales, adelfa, lentisco y romero mezclado con cal viva. A continuación se sumerge la uva -colocada en un recipiente de hilo de hierro- durante unos segundos en la mezcla de agua hiviendo y ‘lleixiu’.
Después, la uva se deposita en unos cañizos y se deja secar al sol en las azoteas (sequer) hasta convertirla en pasa. Para evitar la humedad, esos cañizos se guardan en un porche cubierto (riu-rau). El proceso se completa al cabo de una semana.