Valencia Noticias | Redacción.- La Guardia Civil, en el marco de la operación ‘Karpos’, ha detenido o imputado a 20 personas por el tráfico de productos hortofrutícolas contaminados a Rusia. Se les imputa los delitos de usurpación de estado civil y falsificación.
En los tres registros practicados se ha incautado diverso material como documentos oficiales, mercantiles, sellos, así como ordenadores.
La investigación se inició a requerimiento de los Servicios de Inspección en Frontera del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), que habían recibido quejas de las autoridades rusas en relación a las exportaciones de productos hortofrutícolas realizadas por diversas empresas españolas cuyos envíos fueron interceptados en la frontera por encontrarse contaminados.
Tras ello, la UCOMA (Unidad Central Operativa de Medio Ambiente) del SEPRONA de la Guardia Civil realizó gestiones de investigación en torno a las empresas que figuraban como exportadoras, descubriendo que ninguna de ellas había realizado estas operaciones. En cambio, se verificaron que la empresa que realizaba estas exportaciones desde España era siempre la misma y estaba radicada en Estonia.
Los agentes comprobaron que esta empresa de Estonia mantenía en sus operaciones comerciales de exportación el mismo modus operandi pero cambiaba de “empresas pantalla” en España. Utilizaban la identidad de mercantiles dedicadas al sector hortofrutícola en Almería, Murcia y Valencia sin su consentimiento y falsificaban los documentos de transporte nacional e internacional.
Una empresa de gestión de exportaciones encargada de la falsificación de los certificados fitosanitarios
La investigación ha dejado al descubierto que la empresa radicada en Estonia contaba con el apoyo de una empresa dedicada al asesoramiento y gestión de exportaciones en Gerona, que era la que supuestamente se encargaba de la falsificación de los certificados fitosanitarios necesarios para la exportación a terceros países.
A pesar de producirse el pasado año el cierre del mercado entre Rusia y la Unión Europea se ha podido esclarecer los hechos investigados, ya que a pesar de esta restricción el volumen de los envíos de productos hortofrutícolas se seguía produciendo a similar nivel, aunque tomaban medidas para evitar que se conociera la procedencia europea de las mercancías.