La investigación financiada por la conselleria de Educación, Cultura y Deporte que se está llevando a cabo en el pecio ‘Bou Ferrer’ de La Vila Joiosa ha permitido delimitar y fijar en Nápoles la construcción de la nave romana hundida en el Mediterráneo frente a la localidad alicantina.
La intervención en el pecio ‘Bou Ferrer’ se enmarca en el Plan de Arqueología Subacuática de la Comunitat Valenciana cuyo objetivo es proteger y difundir el patrimonio arqueológico subacuático, así como fomentar su documentación, investigación y conservación. En este sentido, la Generalitat anunció que el pecio ‘Bou Ferrer’ será declarado BIC en la categoria de yacimiento arqueológico subacuático para garantizar así su máxima protección, siendo así el primer BIC de esta modalidad.
Las investigaciones han permitido descubrir en el pecio ‘cabillas’ de madera cónicas utilizadas con un refuerzo de clavos de hierro, colocadas desde el exterior del barco mediante la técnica denominada ‘a punta perdida’, es decir, sin atravesar por completo las cuadernas para unirlas al casco de la embarcación, técnica localizada en el puerto de Neapolis (Nápoles).
La conselleria de Educación, Cultura y Deporte destina 105.903 euros a las universidades de la Comunitat Valenciana para financiar campañas de excavaciones en diferentes yacimientos arqueológicos de la Comunitat, desarrolladas por las propias universidades.
Cabe recordar que el Bou Ferrer es la mayor nave romana en proceso de excavación del Mediterráneo y una de las mayores Imperio, con 27-30 metros de eslora y 8 de manga que cuando se hundió transportaba entre 160 y 215 toneladas de ánforas (alrededor de 3.000) llenas de salsas para pescado, además de un cargamento secundario de lingotes de plomo procedentes de las minas de Sierra Morena. Su hallazgo fue comunicado por Antoine Ferrer y José Bou en 1999.
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