Serezade Enguídanos, pedagoga.
Vocal del CJCV por NNGGCV.
Estoy convencida que todos los profesionales que nos movemos en el mundo del liderazgo y la comunicación habremos escuchado en muchas ocasiones esta frase: “la lealtad es la base del liderazgo”. Y no dicha por mí, o por un político de turno, sino por grandes profesionales y formadores del sector.
Resulta curioso pues, que la lealtad sea el primer principio que muchos quieran eliminar para poder hacer política.
Pero empecemos por el principio… ¿Los líderes nacen o se hacen? y ¿Qué necesita un político para consolidarse líder?.
Respecto a la primera pregunta, me quedaré con los dos supuestos. Todos sabemos que muchas personas han llegado a ser líderes a través de formación, experiencia o incluso por padrinos o madrinas.
Pero esas grandes personas que nacen líderes… Aquella persona que llama la atención por su educación, por su forma de comunicar, por su expresión corporal, por su trato con la gente. Esa persona que transmite ilusión y curiosidad, esa persona que se hace notar su presencia, esa persona que logra dirigir todas las miradas en sí mismo hasta en una simple foto.
Pero ¿qué necesita un político para consolidarse líder?, pues bien, todo líder político lo primero que debe formar es su branding, su marca personal, y para ello, debe reflejar sus valores, su singularidad que le haga único y credibilidad.
Cabe destacar que el primer impacto es el que se queda en el subconsciente. Perder o ganar apoyos se basará principalmente en la conducta, las reacciones en situaciones complicadas, la manera de responder y la forma de dirigirse a los demás. En definitiva, la congruencia en la apariencia, comunicación y comportamiento.
Lealtad, que palabra tan bonita, que principio y valor tan necesario en la política. Lealtad a un proyecto, a unas siglas, a tu equipo, a la ciudadanía y a ti mismo.
Solo los que basen su lealtad en la coherencia, la confianza, el compromiso y la experiencia, llegarán a liderar un buen proyecto.
Nos guste o no, creamos en el proyecto del Partido Popular o no, siempre está bien destacar los aciertos en los discursos políticos vengan de donde vengan. Por lo que acabaré este artículo con una de las frases del Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy: “el peor error, la peor equivocación, el mayor disparate es generar división en lugar de trabajar para generar unidad”.