Oliva, 2 de octubre de 2025.
La Guardia Civil ha confirmado que el cuerpo calcinado hallado este miércoles en la montaña de la Creu, en Oliva, corresponde a Beatriz Guijarro, la joven madre de 28 años desaparecida el pasado 9 de agosto. El hallazgo de una mochila junto a los restos ha sido clave para vincular el cadáver con la joven, que fue vista por última vez en esa zona.
El hallazgo de los senderistas
Un grupo de excursionistas descubrió el cuerpo carbonizado en una zona de difícil acceso, próxima al núcleo urbano. El cadáver estaba en avanzado estado de descomposición, lo que dificultó su identificación inicial. Sin embargo, la mochila que portaba la joven la noche de su desaparición, encontrada junto al cuerpo, fue determinante para orientar las investigaciones.
El fuego que complicó la escena
El área donde se localizaron los restos había ardido semanas atrás en un incendio provocado por una disputa vecinal. Ese fuego, ocurrido el 4 de septiembre, calcinó gran parte de la vegetación de la loma y, de manera fortuita, habría afectado también al cuerpo de Beatriz, oculto en la zona desde el día de su desaparición.
¿Accidente o delito?
La gran incógnita ahora es cómo murió Beatriz. Según la investigación, la joven pasó la noche con su pareja y posteriormente acudió a casa de una tía. Más tarde fue vista en compañía de un conocido, con quien se desplazó hasta las inmediaciones de la montaña de la Creu. El hombre ha declarado que la dejó en la zona alrededor de las siete de la mañana.
Las primeras hipótesis apuntan a una caída accidental cuando la joven, quizá desorientada, decidió atravesar la montaña para regresar a su casa. Un golpe fatal podría haberle costado la vida en el acto. Sin embargo, los investigadores no descartan la posibilidad de un homicidio, pendiente de los resultados de la autopsia.
Posibles responsabilidades
En caso de confirmarse que Beatriz estaba sola y en mal estado cuando fue abandonada en la montaña, el acompañante podría enfrentarse a cargos por omisión del deber de socorro, un delito castigado con penas de prisión.
Un pueblo conmocionado
La noticia ha sacudido a Oliva, donde vecinos y allegados de Beatriz habían mantenido viva la esperanza de encontrarla con vida tras casi dos meses de búsqueda. La confirmación de su muerte pone fin a la incertidumbre, aunque abre nuevos interrogantes sobre lo ocurrido aquella madrugada de agosto.
La Guardia Civil y la Policía Judicial de Gandía continúan trabajando en el caso, mientras la familia de Beatriz pide respeto y espera justicia.