Dos imágenes captadas con solo un año de diferencia revelan una Península Ibérica mucho más marrón que verde. Una imagen de la Península Ibérica captada por el satélite Terra de la NASA en mayo de 2022 y otra tomada en mayo de 2023 muestran el alarmante avance de la sequía en España, lo que supone una amenaza directa para la agricultura y otras actividades económicas como el turismo.
Desde el comienzo del año hidrológico, el 1 de octubre de 2022, España ha recibido un 28% menos de lluvia de lo esperado a mediados de mayo de 2023, según la agencia meteorológica de España, explica la NASA cuando ha divulgado estas dos fotografías. Esta sequía ya ha secado embalses, ha dejado los olivares secos y ha llevado a aplicar restricciones de agua en buena parte del país.
Además, las oleadas de calor fuera de la temporada estival han agravado la prolongada sequía. Por ejemplo, el 26 de abril, una bolsa de aire caliente procedente del norte de África barrió el sur de España y elevó la temperatura en el aeropuerto de Córdoba a 38,8 °C, «la temperatura más alta registrada en abril en la España continental», explica la NASA.


La sequía en España también está teniendo consecuencias en el sector turístico. Según advierte el experto en turismo sostenible Arturo Crosby, España está padeciendo un tremendo estrés térmico con un número récord de días calurosos y una clara tendencia al alza, lo que repercutirá en los destinos turísticos. Crosby señala que el fenómeno de El Niño podría empeorar la situación, pero destaca la importancia de contar con herramientas y estrategias para poder actuar ante esta problemática.
Además de Andalucía, Cataluña es otra comunidad gravemente afectada por la sequía, con dos años y medio de lluvias por debajo de la media. La Agencia Catalana del Agua advierte que, de no llegar las lluvias, en septiembre se podría entrar en un escenario de emergencia en la costa de Barcelona y Girona. La falta de agua y las condiciones climáticas extremas representan un desafío para el sector turístico, que depende en gran medida de recursos naturales como playas, ríos y paisajes atractivos.
En resumen, las imágenes captadas por la NASA muestran el impacto visible de la sequía en España, con una Península Ibérica cada vez más seca. Esta situación tiene implicaciones tanto para la agricultura como para el turismo, generando preocupación por la disponibilidad de agua, los cultivos afectados y la calidad de los destinos turísticos. Es crucial tomar medidas para abordar la sequía y adaptarse a los cambios climáticos para garantizar la sostenibilidad de estos sectores vitales para la economía española.