**RSS de noticias de Valencia**
**El entusiasmo por vivir doce años con imágenes de la Semana Santa**
Con emoción y expectativa, los residentes de los Poblados Marítimos de Valencia, quienes han sido bendecidos con la responsabilidad de custodiar las imágenes de la Semana Santa Marinera, han preparado con esmero sus capillas. Decoradas con ricos tejidos y jardines florales en tonos de la Pasión, están listas para recibir a los fieles que las visitarán.
Desde temprano el lunes, se han dedicado a instalar arreglos florales, focos de iluminación y música ambiental con cornetas, tambores e incluso el romper de las olas, para asegurar un ambiente idóneo.
Los devotos ya recorren los 32 puntos donde se albergan las tallas de imaginería, visitando altares para admirar el trabajo realizado y recoger estampitas que representan la imagen y a la familia que la custodia. Cada capilla familiar posee relatos llenos de historia, como el caso de Pepe Carabal, un vecino del Cabanyal conocido por crear altares durante doce años.
Charo Suárez custodia el Cristo del Salvador y del Amparo, mientras que Amparo y Pepa Senent López están a cargo de la cofradía de Jesús en la Columna. Carabal, recuerda su infancia: “De niño, mi madre y mi tía me llevaban a ver las imágenes en los hogares vecinos, siempre soñé poder albergar alguna en mi casa”. Así, desde 2008 ha tenido diferentes imágenes, y ya espera con ilusión recibir al Cristo del Perdón en 2026 para el centenario.
Este año, Carabal cuida de la imagen ubicada en la floristería ‘Más que flor’, en Reina 228, decorada con más de 200 rosas rojas, lilium orientales de un rojo especial, anturium blanco y otras flores y plantas ornamentales. La imagen podrá ser visitada hasta el 25 de abril en horarios establecidos.
A la vuelta de la esquina, en Pintor Ferrandis 35, se encuentra el altar del Cristo del Salvador y del Amparo, custodiado por una familia de descendientes de pescadores, quienes han anhelado esta oportunidad por años. Este altar cuenta con una decoración de gladiolos rojos, orquídeas, gerberas y aves del paraíso, entre otras flores.
Otra capilla, en la casa de la familia Senent López, alberga al Santísimo Cristo del Salvador. “Nuestra madre siempre quiso tener al Cristo en casa y al fin lo hemos logrado”, explican sus hijas. La decoración incluye espigas, claveles burgondi y candelabros adornados, todo en un entorno marino.
El Viernes Santo, el Cristo del Salvador se encontrará con el Cristo del Salvador y del Amparo, y luego ambos se trasladarán al mar para una ofrenda de laurel tras el Vía Crucis.
En Felipe Vives de Cañamás 38, la capilla con la Dolorosa de los Granaderos del Cabanyal y el Ecce Homo une a cuatro familias para albergar ambas imágenes juntas, cumpliendo un anhelo reciente nacido durante la pandemia.
En el hogar de Ana Sobrino, en Barraca 226, se encuentra el Lignum Crucis, rodeado de plantas cultivadas por comunidades afectadas por la dana. Sobrino ha creado un árbol genealógico en homenaje a su familia de larga tradición cofrade.
Otra capilla se encuentra en Ramón de Rocafull 40, con el Cristo del Perdón decorado con rosas azules, simbolizando las olas del mar.
Finalmente, en el colegio Chiner de Villarroya, la hermandad de Coronación de Espinas rinde tributo a los pueblos afectados por la dana con una capilla que emula una catedral y presenta su primera cruz procesional, junto con el ‘árbol de las plegarias’.
Estos altares domésticos podrán visitarse hasta antes del Santo Entierro, y el Sábado de Gloria, a medianoche, se celebrará con fuegos artificiales o con la tradicional mistela o granizado para festejar la resurrección de Jesucristo.