El Péndulo | Redacción.- Marina d’Or inaugura por todo lo alto la VI Semana del Arte en uno de los actos más emotivos que se recuerdan gracias a la personalidad de la madrina Mª Carmen López Olivares. Desde hoy y hasta el domingo el Palacio d’Or ofrecerá la obra de cerca de un centenar de artistas de distintas disciplinas y de lugares muy dispares. Una vez más el peso específico de artistas valencianos, tanto de Castellón como Valencia, será una seña de identidad de esta feria que cumple ya su sexta edición.
Entre las autoridades y personalidades asistentes a la multitudinaria inauguración destacar al vicepresidente primero y diputado de Cultura Vicent Sales que recorrió un año más la feria para saludar a los artistas; la senadora del Partido Popular por Castellón, Salomé Pradas; el diputado en las Cortes Valencianas, Miguel Ángel Mulet; la teniente alcalde del Ayuntamiento de Oropesa, Sonia Bellés; el Cronista Oficial de la Ciudad de Castellón y crítico de arte, Antonio José Gascó Sidro; al gerente de la Fundación Dávalos-Fletcher, José Vicente Ramón, así como a la portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Oropesa, Araceli de Moya.
La jornada arrancó con la presentación del relato erótico ‘El tulipán rojo’ que López Olivares ha publicado en Unaria Ediciones, dentro de la colección Castellón-Eros. En la obra hay una intención o interés moralizante por parte de la autora. López Olivares invita a una reflexión, donde el protagonista, por puro azar, descubre su verdadera identidad, hecho que lo llevará a enfrentarse consigo mismo, a deshacerse de algunos mitos y fantasías y, en definitiva, a replantearse su vida e iniciar una nueva. “Es una historia dentro de otra, que van a converger en un momento dado con una pequeña dosis de enredo, de humor y chispa dialogante”, señaló la autora.
Tras la presentación, dio comienzo la performance inaugural de López Olivares en colaboración con Giorgia Iordache titulada ‘El triunfo del arte’. Como telón de fondo la instalación de la madrina inspirada en el Quijote de Cervantes, con reminiscencias del periodo Barroco y del genial pintor italiano Caravaggio. Preside la escena un Baco doliente que representa el dolor de la humanidad. Bailarinas y modelos cubiertas de oscuro se pasean por una alfombra roja a modo de rio de sangre. Es la representación del esfuerzo del artista. Las modelos buscan su espacio, su identidad, hasta que se imbuyen del espíritu quijotesco y mudan sus ropas negras por el blanco. Un paso de la sombra a la luz como un resurgir del ave fénix. Al final, las modelos toman unas uvas que les brindan, cubren sus cabezas con una corona de laurel e inician un desfile triunfal. Esa cosecha del triunfo simbolizada en el cesto de uvas y laurel representa el triunfo del arte y del conjunto de la humanidad. Un mensaje positivo cargado de teatralidad que el público respondió con un sonoro aplauso.
Autoridades y resto de asistentes apuraron los minutos de exposición recorriendo todos los stands y disfrutando de la primera jornada de la VI Semana del Arte Marina d’Or.