El IES Lluís Vives de Valencia, que se convirtió en el símbolo de las protestas estudiantiles del pasado mes de febrero conocidas como la primavera valenciana, ha recibido este jueves el Premio Libertad de Expresión de la Unió de Periodistes Valencians y su directora, Carmina Valiente, ha apelado en su discurso al “espíritu crítico” de sus alumnos ante los recortes en la educación pública y “ciertas cosas que ven que ocurren en la sociedad” y que ellos “no entienden”. Valiente ha recogido el galardón acompañada de la presidenta del AMPA del centro y de tres alumnos, y ha subrayado el “honor que supone recibir una distinción que defiende principios democráticos que tratan de inculcar en las aulas, tales como la libertad de expresión y el respeto, a todo en general y a esos principios”.
También ha querido compartir ese premio con el resto de institutos públicos de la Comunitat y con los estudiantes que “también se manifestaron y protestaron pacíficamente” durante esos días, aunque fuera “quizá de manera más anónima” que quienes constituyeron el “germen” de lo que se convirtió en “un gran fenómeno social”.
Junto al IES Lluís Vives, han recibido estos galardones en 2012 el corresponsal de ‘El Mundo’ en Oriente Medio, Javier Espinosa, y Gandia TV, que “después de más de 20 años en funcionamiento, fue cerrada el pasado verano, de un día para el otro, por el nuevo gobierno salido de las urnas, con la excusa de que el Ayuntamiento tenía que ahorrar debido a la crisis”.
Un representante de la plataforma Gandia TV Sí, Álex Ruiz, ha achacado ese cierre a “una trama política y mercantilista y ha compartido la distinción con todos los compañeros de medios públicos que han corrido la misma suerte o que “están en el punto de mira por la mala gestión política de los medios de comunicación públicos. No son instrumentos a su servicio, sino profesionales al servicio de la ciudadanía y, sobre todo, personas”, ha espetado a sus dirigentes.
Ruiz ha apelado a la libertad de expresión, con independencia del lugar de trabajo de cada periodista, y ha animado a sus compañeros de profesión a que no se resignen para evitar perder su voz.
Con el premio concedido a Javier Espinosa, y por extensión “a todos los corresponsales de guerra que deben informar en condiciones muy deficientes”, la Unió de Periodistes ha distinguido al único español que seguía informando desde Homs, la capital de la revuelta en Siria, de la “brutal represión” de ese régimen “sobre la población civil de la ciudad, sometida a intensos bombardeos desde hace meses”.
Actualmente se encuentra “atrapado en Beirut”, por lo que ha hecho llegar su agradecimiento a través del redactor jefe de ‘El Mundo’ Valencia, Xavier Borràs, en el que lamenta que la profesión vive “uno de los momentos más lúgubres de la historia reciente”, pero que dejará “efectos positivos” como apear a los periodistas “del pedestal en que creían estar como propietarios únicos de la información”.
Espinosa culpa a la “prepotencia de los aliados del poder” al “egocentrismo” y a la “falta de credibilidad” de “muchos de los males” del sector y de haber “minado la confianza” de lectores que optan ahora por acudir a las redes sociales, un fenómeno al que cree que el sector “debería responder con vigor y no con espectáculo y pandereta”, sino con informaciones “sólidas”.
“El periodismo de calidad no puede desaparecer porque si lo hace se resquebrajarán los cimientos de la democracia”, reivindica el corresponsal, quien subraya que “es algo más que un negocio y debería regirse por principios éticos”. “No se trata de hacer dinero”, recalca Espinosa, quien anima a los periodistas a “alejarse del poder” y subraya que no están “para hacer bulto” ni para asistir a “ese engendro de ruedas de prensa sin preguntas”.
VLC Ciudad/Redacción