La industria de las armas tiene en la mira a los niños, según un informe
La industria de las armas de fuego en Estados Unidos sigue los pasos a la del tabaco y apunta a los más jóvenes, incluso niños, para asegurarse su futuro, alerta un informe difundido hoy por la organización Violence Policy Center (VPC).
Esta organización no gubernamental con sede en Washington muestra cuán familiares son las armas para muchos niños estadounidenses y las trágicas consecuencias de ello en un informe de 54 páginas que brinda más argumentos a los defensores de la necesidad de controlar las armas en un país donde es un derecho constitucional usarlas.
A partir del próximo curso, los estudiantes de la Universidad de Texas (UT) podrán llevar armas a clase junto a sus computadoras o libros de apuntes, anunció este jueves el presidente de la institución tras meses de controversia.
“No creo que las armas pertenezcan a la universidad, tomar esta decisión ha sido el mayor desafío de mi vida”, afirmó el presidente de la UT, Greg Fenves, quien también anunció que la medida no se aplicará en residencias estudiantiles, eventos deportivos ni laboratorios.
La norma, a la que Fenves y la mayor parte de la comunidad universitaria se oponen, fue aprobada hace unos meses en las dos Cámaras legislativas de Texas, controladas por los republicanos, dentro de un paquete de medidas desreguladoras que también incluyen el libre porte de armas en la vía pública.
La Universidad de Texas, que tiene 50.000 estudiantes y es una de las más prestigiosas del país, está obligada a implementar la norma, mientras que las instituciones privadas pueden elegir si hacerlo o no, y en su mayoría ya lo han rechazado.
A la norma también se opone el rector de la UT, William McRaven, un ex militar que comandó la operación en la que murió Osama Bin Laden. “Las armas no tienen lugar en una institución de enseñanza superior, cuya misión investigativa y educativa se basa en el debate y la libertad de expresión”, dijo McRaven.
El único premio Nobel que la UT tiene en plantilla, Steven Weinberg (Física, 1979), ya dijo que prohibirá la entrada a sus clases a estudiantes armados, por su propia seguridad y la del resto de alumnos. Como Weinberg, centenares de profesores y miles de estudiantes han mostrado su oposición a esta norma.
Los partidarios –grupos activistas ajenos a la comunidad universitaria– argumentan, por su parte, que la medida puede salvar vidas, ya que un estudiante armado podría prevenir un tiroteo.
Irónicamente, la nueva normativa entrará en vigor en el 50 aniversario del día más triste d