En las bandas terroristas, los protagonistas son masculinos. Según una nueva investigación sobre los roles femeninos en Daesh y el extinto IRA irlandés, los estudiosos están infravalorando la importancia de las mujeres. Su papel es fundamental en la consolidación de las relaciones y la difusión de propaganda a través de las redes sociales.
La radicalización de personas en Internet, como la de esta joven que fue detenida en Gandía el pasado septiembre, se acentúa cuando las mujeres son activas en redes.
La captación y adoctrinamiento de terroristas se ha multiplicado con el auge de internet y es una actividad fundamental para los grupos extremistas. Un nuevo análisis de una red social en la que se difunde el ideario de Daesh –el autodenominado Estado Islámico– y la comparación con el IRA irlandés revela que las mujeres contribuyen en gran medida a reforzar las conexiones entre los miembros de la red. Además, aunque representen una parte mínima del conjunto de la red, multiplican el alcance de la difusión de material extremista y propagandístico.
“El perfil de mujer suele ser el camino más corto para establecer conexiones con otros nodos de radicales”, asegura el experto
La investigación que publica hoy Science Advancestiene como objetivo romper con el estereotipo de que las mujeres no tienen interés en formar parte de grupos extremistas. La tendencia general es pensar que cuando los ambientes se vuelven más peligrosos y agresivos, los miembros femeninos reducen su actividad en favor de sus homólogos masculinos.
El equipo de expertos ha buscado la “centralidad de intermediación femenina” en los mensajes publicados en la red social VKonTakte –la mayor de Europa con más de 360 millones de usuarios–. “Para hacer la comparación con el IRA, hemos diseñado nosotros esos nodos de comunicación basándonos en entrevistas y artículos periodísticos”, apunta a Sinc Stefan Wuchty, uno de los autores del artículo y profesor del Departamento de Computación científica de la Universidad de Miami (EE UU).
“Lo que encontramos es que las mujeres parecen ser núcleos en las redes de comunicación para en ambos casos”, continúa el experto. “Detectamos que el perfil de mujer es el camino más corto para establecer conexiones con otros nodos de radicales”. Los autores remarcan que la clave de este estudio no está únicamente en la cantidad de seguidores que tienen las mujeres sino en el alto grado de interactividad que se consigue a través de ellas. “En el caso del IRA, detectamos que los hombres permanecían en el grupo más tiempo cuando había mujeres detrás haciendo de enlace, igual que ocurre con Daesh”, remarca Wuchty.
Reclutamiento y propaganda
Los autores destacan que las mujeres son las más activas en algunos elementos imprescindibles para consolidar el grupo terrorista, como son la transmisión de documentos y archivos, la persuasión para reclutar más miembros y difundir vídeos de propaganda radical. Aunque representen una minoría en el grupo, también son fundamentales en la creación del discurso extremista y en la canalización de fondos económicos.
Los resultados de la investigación confirma que los expertos están infravalorando el rol de las mujeres
Estudios anteriores ya habían probado influencia femenina en los procesos de radicalización, pero este estudio aporta datos concretos sobre su trabajo en internet. “Por primera vez, hemos sido capaces de mostrar el papel específico de la mujer en las redes extremistas”, asegura Wuchty.
Los resultados de la investigación plantea preguntas sobre quiénes son los miembros más importantes en el desarrollo de los grupos terroristas y confirma que los expertos están infravalorando el rol de la mujer ya que se basan solo en su escasa representatividad en el conjunto de la banda terrorista.
“Nuestros resultados no indican necesariamente que las mujeres ocupen posiciones decisivas, pero sí determinan que son el pegamento que mantiene a la red unida”, concluye Wuchty.
Referencia bibliográfica:
P. Manrique, Z. Cao, A. Gabriel, H. Qi, E.M. Restrepo, S. Wuchty, C. Song, N. Johnson, J. Horgan at, P. Gill, D. Johnson. “Women’s connectivity in extreme networks”.Science Advances.10 de junio 2016. Doi: 10.1126/sciadv.1501742