Título: Los barrios marítimos de Valencia celebran el Domingo de Resurrección
El Cabanyal y el Canyamelar, conocidos barrios de Valencia, celebraron este domingo el Domingo de Resurrección con una gran fiesta que reflejó la alegría y la tradición. Tras la tristeza del Viernes Santo, la jornada estuvo marcada por los colores vivos y el ambiente festivo característico de estas fechas. A pesar de las predicciones meteorológicas que anunciaban lluvia para las tres de la tarde, el desfile comenzó a las doce, una hora antes de lo habitual, para aprovechar al máximo el sol que, finalmente, no se dejó eclipsar por las nubes. El frío matinal, con una temperatura que apenas superó los 13 grados, no fue obstáculo para que miles de personas se congregaran en las calles del Cabanyal y disfrutaran de un evento único en España.
En estas mismas calles, acostumbradas a recibir a los pescadores al cierre de su jornada en el mar, la celebración se vivió con gran intensidad. Alejados de la seriedad del Viernes Santo, los miembros de las diferentes cofradías y hermandades de los Poblados Marítimos lucieron sus mejores vestimentas, cambiando capuchones y mantos por ropajes blancos que reflejaban el renacer primaveral y la alegría por la Resurrección de Jesucristo, fusionando fe y tradiciones con un espíritu festivo.
Desde las primeras horas del día, los alrededores del Mercado del Cabanyal estaban llenos de personas preparadas para la celebración. El ambiente se llenó de sonrisas, flores y música, elementos que se intensificaron con el inicio del desfile, encabezado por la Corporación de Sayones. Siguiendo a esta, se unieron cientos de participantes, incluidos destacados representantes políticos como Sandra Gómez y Amadeu Sanchis, demostrando que la Semana Santa Marinera trasciende las divisiones políticas.
Durante el recorrido, los vecinos de Cabanyal y Canyamelar se animaron a bailar al son de piezas populares como Amparito Roca, Valencia, Paquito el Chocolatero y La manta al coll, dejando atrás la solemnidad de otros días santos. En el desfile participaron numerosos niños, desde los más pequeños, que años después descubrirán con sorpresa que formaron parte de esta celebración religiosa, hasta mayores que, disfrazados como personajes bíblicos, disfrutaron repartiendo claveles.
Llegando a la calle de la Reina, donde las sillas reservadas acogían a miles de espectadores y la tribuna de autoridades se levantaba, muchos ya habían agotado sus flores al paso de la procesión. En este palco, se encontraba la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, junto con la tercera teniente de alcalde, Julia Climent, y la concejala de Fiestas y Tradiciones, Mónica Gil. Asistieron también varios concejales del Partido Popular, como José Marí Olano, y todo el grupo municipal socialista, liderado por Borja Sanjuan.
