Los directivos superiores de las Naciones Unidas para el virus del Ebola han señalado hoy que se puede poner fin al brote de África Occidental en un plazo de 6 a 9 meses, pero solo si se pone en marcha una respuesta mundial «a gran escala».
En una rueda de prensa celebrada en Washington, D.C., la Dra. Margaret Chan, Directora General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha dicho que este brote de enfermedad por el virus del Ebola (EVE) es «el más extendido, complejo y grave de todos los que se han producido hasta la fecha» y está desbordando las medidas de control. Asimismo ha señalado que la aplicación de la nueva hoja de ruta de la OMS para coordinar y ampliar la respuesta internacional ayudará a los países afectados a detener la transmisión actual.
El Dr. David Nabarro, Coordinador de las Naciones Unidas para la respuesta al brote de virus del Ebola, ha dicho que el sistema de las Naciones Unidas está trabajando de consuno para definir 12 medidas detalladas de respuesta mundial. En su opinión, estas medidas costarán al menos US $600 millones, y será necesario contar con «varios miles de personas para triplicar o cuadriplicar nuestra respuesta».
El Subdirector General de Seguridad Sanitaria Mundial de la OMS, Keiji Fukuda, quien acaba de volver de África Occidental, ha dicho que «no tenemos suficientes trabajadores sanitarios, médicos, enfermeros, conductores y rastreadores de contactos» para hacer frente al creciente número de casos. «La mayoría de las infecciones se están produciendo en las comunidades, y muchas personas no quieren decir que están enfermas. Y si lo hacen, todavía no disponemos de suficientes ambulancias y camas para transportarlas y tratarlas», ha añadido.
El Dr. Fukuda ha señalado que la escasez de personal y establecimientos sanitarios para atender el creciente número de casos está avivando la propagación de la epidemia: los familiares se ven obligados a cuidar de los pacientes en el hogar, de modo que se ponen a ellos mismos y a sus contactos en riesgo de contagio. La movilización de apoyo financiero internacional y de personal sanitario adicional es una prioridad esencial para ampliar la respuesta internacional, ha dicho el Dr. Fukuda.
Otra necesidad urgente es abrir las rutas aéreas hacia los países afectados que se habían cerrado. Estos cierres «están teniendo un impacto enorme», ha señalado el Dr. Fukuda, ya que están impidiendo la llegada de expertos y suministros a África, y el brote propiamente dicho está repercutiendo negativamente en las economías de Guinea, Libera y Sierra Leona. «Las personas necesitan suministros médicos, alimentos, combustible, carbón y otras provisiones. Tenemos que hacérselas llegar».
Asimismo ha señalado que «la OMS no recomienda que se impongan restricciones a los viajes ni al comercio, con la excepción de aquellos casos en que se haya confirmado o se sospeche que un individuo se ha contagiado o ha tenido contacto con casos de EVE».
El Dr. Nabarro y el Dr. Fukuda acaban de volver de un viaje de evaluación de las necesidades de los países afectados con el fin de articular el nuevo plan de las Naciones Unidas para hacer frente al aumento súbito de la demanda de asistencia en la región. Existen necesidades urgentes en las esferas de la comunicación y la transmisión de mensajes, la atención de las personas infectadas y la realización de entierros adecuados, el diagnóstico y el rastreo de contactos, la prestación de servicios sanitarios a personas aquejadas de otras afecciones, el transporte y los suministros, la disposición de dinero en efectivo para pagar a los trabajadores sanitarios, la prestación de servicios médicos a quienes participan en las labores de respuesta, el acceso aéreo y marítimo, y el establecimiento de una estrecha coordinación para evitar la desaceleración económica.
Los países afectados por el actual brote de EVE, a saber, Guinea, Liberia, Nigeria, Senegal y Sierra Leona, han notificado unos 3500 casos y 1900 muertes, según la Dra. Chan. La República Democrática del Congo ha notificado un brote independiente.