Valencia Noticias | Agencias.- Más de 165 manifestantes fueron detenidos por la policía armenia, al tiempo que otras 60 personas tuvieron que ser hospitalizadas, tras los enfrentamientos de anoche entre las fuerzas de seguridad y los partidarios del grupo armado opositor atrincherado desde hace dos semanas en una comisaría de Ereván, informó rtve en su web.
Dos de los heridos se encuentran en estado grave, uno con quemaduras y otro con problemas en los ojos, informó a medios locales la portavoz del Ministerio de Sanidad armenio, Anait Aitayán.
Al igual que a lo largo de toda la última semana, miles de personas salieron anoche a las calles de la capital armenia en solidaridad con la treintena de hombres armados que asaltaron el pasado día 17 una comisaría, en la que retienen desde hace cuatro días a tres médicos como rehenes.
Tras celebrar un mitin, cientos de manifestantes rompieron el cordón policial que rodea el territorio de la comisaría y se acercaron al edificio tomado por los secuestradores.
La policía respondió con una carga contra los manifestantes y empleó granadas aturdidoras para dispersar a la muchedumbre.
Trece días después de que se hicieran con el control de la comisaría, los secuestradores parecen haberse ganado a muchos armenios pese a que mantienen como rehenes a dos médicos y una enfermera, que acudieron en su ayuda en una ambulancia para atender a varios asaltantes heridos.
Tras asaltar y hacerse el pasado día 17 con el control de la comisaría (acción en la que murió un policía) los hombres armados liberaron poco a poco a todos sus rehenes, hasta tomar hace cuatro días al equipo de la ambulancia.
El grupo armado, que se identifica con el partido Parlamento Constituyente, exige la liberación de su líder político, el opositor y veterano de guerra Zhirair Sefilián, y la dimisión del presidente armenio, Serge Sargsián.
Sefilián, veterano de la guerra por el control del enclave de Nagorno Karabaj, fue detenido el 20 de junio por tenencia ilegal de armas y explosivos, lo que es negado por sus partidarios, que acusan a las autoridades de perseguir a su líder.
