En 2024, más de 400 recién nacidos prematuros en los hospitales públicos de la Comunitat Valenciana fueron alimentados con leche materna donada. Un total de 417 bebés se beneficiaron de esta iniciativa gracias a la contribución altruista y anónima de 322 madres lactantes. En total, 838 litros de leche pasteurizada fueron distribuidos a las unidades de cuidado intensivo neonatal de los hospitales La Fe, Clínico de Valencia, General de Castellón, Doctor Balmis, San Juan de Alicante y General de Elche, según informó la Generalitat.
Durante 2025, hasta abril, 138 niños más han recibido alimentación a través de las donaciones al Banco de Leche Materna de la Comunitat Valenciana, que ha distribuido 243 litros de leche gracias a 186 madres generosas. Con motivo del Día Mundial de la Donación de Leche Materna, celebrado el 19 de mayo, se destaca la importancia del altruismo de estas madres, que contribuyen a salvar vidas brindando su leche a los recién nacidos enfermos y prematuros.
El Banco de Leche Materna de la Comunitat Valenciana, parte del Centro de Transfusión (CTCV), se encarga de recibir, procesar y distribuir la leche donada a los hospitales donde los neonatos pueden ser receptores. Este proceso se realiza bajo estrictos controles de salud y las donaciones se realizan de forma voluntaria y anónima. La prescripción médica es un requisito para la distribución de la leche.
Las donantes son seleccionadas en los servicios de Neonatología de los hospitales La Fe de Valencia, Doctor Balmis de Alicante y General de Castellón. La leche es destinada principalmente a niños hospitalizados, especialmente aquellos recién nacidos prematuros con un peso inferior a 1.500 gramos o con una edad gestacional de menos de 32 semanas. También se destina a neonatos que requieren cirugía intestinal, tienen cardiopatías congénitas o presentan retrasos severos de crecimiento.
Cualquier madre sana que esté amamantando exitosamente puede ser donante si lo desea. Sin embargo, no se permite la donación en casos de consumo de alcohol, tabaco, drogas o cafeína en exceso, enfermedades crónicas significativas, consumo de fármacos incompatibles con la lactancia, o infecciones como hepatitis B o C, VIH o sífilis, así como pertenecer a un grupo de riesgo para estas infecciones.