Carlos Mazón, aún presidente en funciones de la Generalitat Valenciana, afirmó que no retrasó el envío del ES-Alert el día de la dana que afectó la región, ni recibió solicitudes para permitir dicho envío o tomar decisiones relacionadas con el Cecopi. “¿Quién en su sano juicio podría estar en contra de alertar a la población?”, cuestionó.
Mazón habló durante su primera intervención en la comisión de investigación en Les Corts sobre la dana que devastó la provincia de Valencia y provocó 229 muertes el 29 de octubre de 2024. Fue el primer político en testificar tras la comparecencia de expertos y técnicos.
El expresidente defendió que el Consell asumió responsabilidades políticas, incluida su propia dimisión. Sin embargo, criticó la falta de información de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y de la Aemet, exigiendo explicaciones al Gobierno.
Relató que el día de la dana creyó que la situación estaba centrada en Utiel y la Ribera, con información sobre posibles riesgos en la presa de Forata, y que la emergencia parecía localizada hasta bien entrada la tarde. “Si hubiera sabido la magnitud de la tragedia, mi agenda habría sido distinta”, indicó.
Mazón ha rechazado las acusaciones de incomunicación y aseguró que la comida que mantuvo con la periodista Maribel Vilaplana en El Ventorro fue un encuentro profesional, durante el cual realizó llamadas para monitorear la situación. Hizo hincapié en que no tenía responsabilidad directa en la gestión de la emergencia.
Insistió en que se decretó una alerta hidrológica sobre el río Magro y que el nivel del Poyo había disminuido, según informes de la CHJ. También se preguntó cómo se pudo pasar de un caudal seco a una situación de desastre sin aparente aviso.
Mazón denunció las declaraciones recientes de funcionarios de la CHJ y Aemet, calificándolas de extemporáneas: “Nadie sabía lo que iba a ocurrir”, defendió, situando el almuerzo en un contexto de desconocimiento.
Tras la dana, Mazón afirmó que su futuro político era “irrelevante” y criticó a otras administraciones por su falta de colaboración. Acusó al Gobierno de utilizarlo como “excusa política” y recalcó que la gestión de la emergencia fue llevada a cabo por personal con décadas de experiencia.
Finalmente, tras destacar las ayudas implementadas tras la dana, reiteró que fue el único en asumir responsabilidades políticas concretas. Afirmó haber estado siempre dispuesto a reunirse con las víctimas y subrayó su compromiso con ellas.