Miles de personas, entre ellas, madres con sus bebés en brazos y en carritos, jubilados, familias, jóvenes y personas mayores, religiosas, enfermos y discapacitados, procedentes de distintos barrios de Valencia y de diferentes localidades valencianas, llenaban a mediodía de hoy, miércoles 22 de mayo, la Plaza de la Virgen.
Todas hacían cola para participar en el Besamanos a la Virgen de los Desamparados y pedirle “salud y trabajo para todos”, según han afirmado distintos asistentes que aguardaban impertérritos con paraguas para frenar el calor que el toldo no pudo hacerlo al no instalarse por segundo acto consecutivo.
Nueve personas habían tenido que ser atendidas por lipotimias o desfallecimientos, de las que de una ha sido trasladada al hospital, hasta las tres de la tarde por el equipo médico de la ambulancia que se encuentra en la Plaza de la Virgen, según fuentes de la Cruz Roja.
Entre los miles de asistentes había un gran número de madres jóvenes con sus bebés en brazos, una, que ha venido por primera vez al Besamano “para pedirle a la Virgen que cuide a mi hijo Leo y mucha salud” y que, tras casi una hora de espera estaba a punto de entrar en la Basílica por la puerta reservada a colectivos especiales, como madres con bebés, enfermos y discapacitados, según afirmó a AVAN.
En la cola para el público general esperaba su turno para entrar José, de Ribarroja del Turia, que ha venido con su mujer “como todos los años para pedirle a la Virgen salud y trabajo para mi hijo que está en paro” mientras que Idaisa, una joven de Valencia, ha acudido al Besamanos “para darle muchas gracias a la Virgen y para pedirle que nos siga dando fuerzas y que no nos abandone”.
Otro joven, Samuel de Bolbaite, ha participado por primera vez en el Besamano, acompañado por su madre, para pedirle a la Mare de Déu “que me ayude mucho porque en estos tiempos que corren estoy intentando seguir adelante”. También Carlos, de Manises, ha acudido por primera vez con su familia y su bebé en brazos para pedir “sobre todo salud y trabajo, que ahora no tengo”.
Igualmente, Fina, vecina de Bétera, que viene todos los años, ha señalado, tras salir de la Basílica, que “siente mucha emoción” y le ha pedido a la Virgen “salud para todos mis nietos”, al igual que Carmen, de Valencia, que además de salud ha pedido “trabajo, que es lo principal hoy en día y gracias a Dios lo tenemos”.
Se espera superar las 30.000 personas del año pasado.
El presidente de la Hermandad de Seguidores de la Virgen, Juan Arturo Devís, ha destacado que este año “está siendo un éxito porque hay más gente que nunca y antes de las 7 horas ya había diez filas de personas haciendo cola en la plaza de la Virgen”. Y dos de esas personas ya estaban a las 21 horas de ayer como publicó VLC Ciudad con una fotografía de las dos sentadas en los escalones de la puerta de la Basílica.
El tiempo medio de espera para entrar a la Basílica es “de entre dos y tres horas” y ha subrayado la solidaridad de los valencianos en sus donativos y en la compra de artículos, “como libros de la Virgen y rosarios”, que este año van destinados a los pisos de acogida de la Fundación “Mare de Déu dels Innocents i Desamparats” (MAIDES), que acogen a personas con enfermedad mental.
En este sentido, José Máximo Lledó, presidente de MAIDES, ha indicado que estos donativos significan “una ayuda importante porque como todas las fundaciones, la nuestra, dedicada a los enfermos mentales, está necesitada de fondos porque las subvenciones van a la baja” y ha añadido que “además de la generosidad de los valencianos, que es muy importante, a nosotros lo que nos interesa es sensibilizar a la sociedad porque los enfermos mentales son unos de los hijos preferidos de la Mare de Déu y queremos pedir que ayuden con su tiempo, con voluntariado y que sientan un amor preferencial por estos enfermos como lo siente la Virgen”.
VLC Ciudad/Redacción