• La velocidad máxima se limita a 30 km/h para garantizar la seguridad de ciclistas y peatones.
El Ayuntamiento de Valencia, a través del Servicio de Movilidad, ha acometido esta semana la reordenación vial de la calle Agustí Alaman i Rodrigo, situada al norte del campus de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), para transformarla en una ciclocalle. Esta medida forma parte del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) y busca mejorar la seguridad, la accesibilidad y la convivencia en un entorno de alta afluencia de estudiantes y personal universitario.
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Unificación de la vía y prioridad ciclista
Con la nueva configuración, la calle pasa a tener un carril por sentido, con estacionamiento en cordón bien definido, y se convierte en una vía donde las bicicletas tienen prioridad frente a los vehículos a motor. La velocidad máxima permitida será de 30 km/h, en consonancia con la normativa vigente, lo que permite pacificar el tráfico y garantizar una circulación más segura.
El concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, ha subrayado que esta actuación “facilita una convivencia más ordenada entre bicicletas y vehículos, en línea con el objetivo de fomentar un modelo de movilidad activa y sostenible”.
Recuperación de espacio peatonal
Hasta ahora, existía un carril bici sobre la acera, que ha sido eliminado para devolver ese espacio al uso peatonal. Esta medida responde a las directrices del Plan Director de la Bici de Valencia, que apuesta por calzadas seguras y aceras despejadas, especialmente en zonas de tránsito intenso como la de la Politécnica.
De manera complementaria, se ha habilitado un nuevo paso de peatones, pensado para mejorar la permeabilidad transversal de la calle. Este cruce conecta directamente con la acera norte y con los accesos más utilizados del campus, lo que aporta mayor seguridad a los numerosos estudiantes y trabajadores que atraviesan la vía cada día.
Estacionamiento de motocicletas ordenado
El Ayuntamiento también ha actuado en el entorno de las cocheras de la EMT próximas a la universidad, donde era habitual el aparcamiento irregular de motocicletas sobre las aceras. Para resolver esta situación, se han creado 30 nuevas plazas específicas para motos, tanto junto a la entrada de las cocheras como en las inmediaciones de pasos de peatones, tal y como exige el nuevo Reglamento General de Circulación (Real Decreto 465/2025, de 10 de junio).
Prioridad: seguridad y sostenibilidad
Todas estas medidas persiguen un objetivo común: reducir la velocidad de los vehículos motorizados, ordenar el estacionamiento y garantizar la seguridad de peatones y ciclistas.
“El propósito del gobierno municipal es claro: fomentar un modelo de transporte más saludable y respetuoso con el medio ambiente, mejorar la accesibilidad, y asegurar que las aceras queden libres de obstáculos para que todo el mundo pueda desplazarse con seguridad”, ha concluido Carbonell.
Con esta actuación, Valencia da un paso más en la consolidación de una ciudad pensada para las personas, donde la movilidad sostenible, la seguridad vial y la calidad del espacio público son prioridades esenciales.