Mª José Antich
Periodista y Doctora en Comunicación
Esa es la pregunta que he tenido que escuchar durante estos dos últimos años. Parece que últimamente algunas mujeres sólo tienen un tema de conversación en sus mentes, o mejor dicho, un personaje oscuro: Christian Grey.
Supongo que a algunos hombres ni les sonará este nombre y otros lo tendrán aburrido a causa de sus mujeres.
No se sientan culpables, yo tampoco le conocía. Digo conocía porque ya le conozco –literariamente hablando, claro-. No he tenido más remedio que empezar a leer la trilogía si quiero opinar, tanto para bien como para mal.
Me planteé que la siguiente pregunta entre algunas conocidas sería ¿No has visto la película 50 sombras de Grey?, y claro mi paciencia tiene un límite. Podría ver solamente la película sin tener que recurrir a leerme un montón de páginas, pero luego estarían las típicas referencias al libro sobre esto lo ha omitido, en el libro aparece tal escena que han suprimido en la película, etc. Y como es comprensible, tampoco quería quedarme sin opinión ante una multitud de mujeres que esperan ansiosas al estreno del film este fin de semana.
La verdad es que los hombres no tienen porque sentir celos de este tal Grey –psicológicamente hablando-. En cuanto a físicamente no iban a esperar que el galán fuese feo y tuviese algo de barriga, evidentemente el personaje es un hombre apuesto, atractivo y educado.
En la vida real también existen hombres guapos, atentos y de una educación exquisita, pero resulta que Christian es multimillonario, con helicóptero incluido.
Ahí está el misterio, lo que mueve montañas y hace que algunas mujeres se vuelvan locas: un hombre joven, guapo y un empresario multimillonario. Esto último incluye el helicóptero, chófer, ama de llaves, y todo lo que se puedan imaginar, incluido que te regale cosas caras, como un mac, una blackberry o un audi, entre otras cosas. Eso es lo que ha conquistado.
Pero ahí no queda la cosa, no es simplemente un chico conoce a chica o viceversa, se enamoran y punto. La historia es mucho más compleja, mejor dicho Christian Grey es mucho más complejo, por no decir que es un enfermo obsesivo, machista, controlador y que le gusta maltratar a las mujeres, o con un tono más suave, le gusta realizar ciertas prácticas sexuales donde la mujer queda sometida a todo lo que a él le venga en gana hacer.
Pero la psicología de este personaje tan oscuro y con tantas sombras me ha llevado a plantearme algunas preguntas:
¿Qué pasaría si en vez de Christian se llamara Pepe, Manolo o Paco?
¿Si en vez de un empresario multimillonario tuviese cualquier trabajo digno pero no nadara en dinero?
¿Si en vez de un coche de lujo con chófer y un helicóptero privado dispusiera de un monovolumen y una scooter para circular por la gran ciudad?
Pongamos por ejemplo, que es un tipo normal, pero encantador, un hombre culto, educado, en conjunto atractivo. Y que lo único que tiene en común con Grey es el gusto por esas peculiares prácticas.
¿Quieren saber qué pasaría con todos esos cambios? Pues que Pepe, Manolo o Paco tendrían una orden de alejamiento por acoso.
Pero eso pasaría si la mujer lo denuncia, porque en este caso Anastasia Steele, la chica protagonista o ingenua universitaria, como algunos la han descrito, decide ser sumisa, y en el fondo le gusta que Grey controle quién le llama, con quién va o quién es su jefe, así como aparecer en su casa de sopetón o elegir por ella lo que le apetece cenar. Una pobre chica sin personalidad que se ha visto impresionada porque Grey es joven, guapo y rico.
Tristemente no parece un argumento muy acertado, y si a esto le añadimos que literariamente la trilogía deja mucho que desear, sólo se me ocurre que ha tenido una gran campaña de marketing, y que tristemente hay muchas veinteañeras que se sienten como Ana Steele en busca de un Christian Grey.