El Péndulo | Redacción.- Vuelve al escenario donde brilló el pasado mes de noviembre el montaje ‘Nosotros no nos mataremos con pistolas’, respaldado por las excelentes críticas y un rotundo éxito de audiencia. Firmada por el dramaturgo saguntino Víctor Sánchez Rodríguez, la obra ‘Nosotros no nos mataremos con pistolas’ ha supuesto un soplo de aire fresco, joven y, sobre todo, crítico.
Tras el éxito cosechado en su presentación oficial en noviembre de 2014, la sala Ultramar acoge de nuevo ‘Nosotros no nos mataremos con pistolas’, una pieza original del dramaturgo Víctor Sánchez Rodríguez (Port de Sagunt, 1985). Los pases arrancarán el próximo martes 17 de febrero y habrá uno cada día a las 20: 00 horas hasta el 26, con excepción del viernes 20, en que no habrá función.
La obra es fruto de la colaboración de las compañías valencianas Wichita CO y Tabula Rasa y nacido de un proyecto que se hizo realidad gracias a métodos de financiación alternativa como el crowdfunding o la organización de acontecimientos festivos que, a falta de subvenciones y de medios propios, fueron los que permitieron recaudar los fondos necesarios.
El esfuerzo mereció la pena. La obra recibió una magnífica acogida por parte del público. Entradas agotadas en todos los pases y comentarios satisfechos entre los espectadores. Impresiones positivas respaldadas, además, por las excelentes críticas publicadas en diferentes medios de comunicación valencianos.
El texto, que reflexiona sobre la generación de los que nacieron en los 80, los millennials, habla, sobre todo, de la necesidad de volver atrás, a los orígenes, de ordenar los desperfectos pasados antes de dirigir la mirada hacia el futuro. Y lo hace a través de las voces de actores jóvenes, que han sabido entender a la perfección el mensaje, el ambiente opresivo y los problemas que acosan a los personajes retratados por el también joven autor.
‘Nosotros no nos mataremos con pistolas’ es un texto que aborda con lucidez y una sorprendente, al tiempo que grata, madurez temas que van desde el momento de crisis actual a los escollos que a menudo ha de afrontar la amistad, pasando por los deseos frustrados. Pero todo con una luminosa esperanza en el porvenir. No sólo hay líneas sencillamente geniales; la recreación de una atmósfera envolvente y el gran trabajo actoral, con interpretaciones llenas de intensidad y altamente emotivas, a buen seguro no dejarán al público indiferente.
La sala Ultramar (C/ Alzira, 9, Valencia) brinda ahora a todos aquellos que no pudieron asistir a los pases de noviembre una segunda oportunidad. Y, por supuesto, las puertas están abiertas una vez más a los que quieran repetir la experiencia.