La separación de Leire Martínez de La Oreja de Van Gogh se convirtió en una suerte de profecía desde su ingreso en 2008, tras la salida de Amaia Montero. Actualmente, presenta su primer sencillo en solitario, “Mi nombre”, una pieza que alude directamente a esa ruptura y que refleja una imagen poderosa y de ajuste de cuentas, aunque también integra empatía y la ausencia de rencores. Iniciar esta nueva etapa en solitario requiere un cambio de mentalidad significativo, comparable a alguien que, tras una relación larga, necesita reaprender ciertas habilidades.
Martínez confiesa que, como artista individual, ha debido redescubrirse en varios aspectos: “Nunca he buscado protagonismo, me acomodé bien en el segundo plano. Ahora debo aprender y determinar hasta dónde quiero llegar, y estoy en ese proceso. Además, me he propuesto disfrutar de cualquier experiencia que surja”. En cuanto a su rol creativo, Leire reconoce que en La Oreja de Van Gogh no explotó plenamente su faceta de compositora. “Siempre me ha gustado escribir, aunque lo hacía para mí misma. El desafío fue más bien musicalizar mis textos. He contado con el apoyo de profesionales talentosos que me han ayudado mucho en este proceso, y ha sido muy gratificante”, confiesa.
Respecto a la atención mediática que ha generado su nuevo proyecto, Leire reflexiona sobre la socavada estructura social y los prejuicios arrastrados, como el machismo: “Los periodistas, como parte de la sociedad, reflejan esos valores. Trato de ser coherente y honesta. Antes hablaba en nombre del grupo, ahora lo hago en el mío”. En relación con la frase “Siempre serás bienvenido a este lugar”, presente en “Mi nombre” y en “El último vals”, Martínez explica que es una forma de homenajear cada etapa de su vida: “No reniego de nada de lo que he vivido. Todo me ha hecho ser quien soy ahora, y estoy orgullosa de ello”.
Sobre su próximo álbum, Leire adelanta que está en un 85% completo. “Muchas canciones están en versión maqueta, y aún debo finalizar algunas, incluso en euskera”, añade. En cuanto al estilo, aclaró que no habrá un cambio radical respecto a su música anterior, pero su álbum de pop variará entre piezas más rockeras, con toques electrónicos, y otras más íntimas.
Al preguntarle si participaría en Eurovisión, responde: “Me encantaría por la experiencia, pero lo considero muy arriesgado. Melody es una excelente representante para España”. En cuanto al apoyo de los seguidores, Leire reconoce no haberlo previsto: “Después de 17 años en el grupo, uno pierde perspectiva, pero la reacción del público ha sido increíble, y estoy agradecida”.
A través de esta nueva etapa de su carrera, Leire Martínez se muestra decidida a mantenerse fiel a sí misma, tratando de no sucumbir a las narrativas binarias de ganadores y perdedores que a menudo predominan en el ámbito mediático.