Pacheco Iborra, Valencia 1974. Cineasta valenciano. Su cinta ‘Las viudas de Ifni’ ha sido nominada como finalista en los premios Goya en la categoría de mejor cortometraje documental. Desde que el pasado 8 de enero Elena Anaya leyera públicamente que su película había sido seleccionada para optar al premio de la Academia, su vida ha cambiado sustancialmente. Recientemente ha sido padre y con una gran sonrisa en el rostro comenta que en poco tiempo, ”he conseguido un ‘Cesar’ –nombre de su bebé y también un galardón cinematográfico- y por qué no puedo rubricarlo con un Goya”.
¿Tiene preparado el esmoquin para desfilar por la alfombra roja de la ceremonia?
Voy a ir a Doña Rosita, a alquilarlo (sonríe). La que lleva ese tema es mi mujer que es la que me asesora en estos temas, y ya tras la ceremonia lo devolveré.
¿Es consciente de que va a compartir auditorio con gente que hasta hace poco la veía desde el otro lado de la pantalla?
Si, si, pero… Te deja más impresionado la aceptación que ha tenido la película más que otra cosa… El desfile, el estar con las estrellas del cine español, es anecdótico y vamos a disfrutar de este momento irrepetible. Aprovecharé para conocer a cuanta más gente mejor. Aunque reconozco que no soy muy mitómano yo.
¿Y no siente cierto cosquilleo?
Creo que no soy consciente de lo que me está pasando con la nominación. Hoy estoy con vosotros haciendo la entrevista, otro día voy a la radio, otro me pide otra entrevista… Creo que no lo estoy valorando en su justa medida. Supongo que el día de la gala estaré muy, muy nervioso porque ahora estoy contento y en una nube.
¿Cómo se enteró de la nominación?
El día 8 de enero se hacían públicos los nominados. Estuve pendiente y sinceramente pensé que no estaríamos nominados. Vi la ceremonia por streaming en el ordenador, en casa. Tenía a mi hijo en mis brazos mientras iban nombrando a las películas. Cuando dijeron el título de ‘Las viudas de Ifni’, salté de alegría y mi hijo casi por el aire.
¿Y le ha cambiado la vida?
Pues un poco sí, porque tras muchos años de estudio y trabajo, estaba a punto de tirar la toalla y buscar otras alternativas en mi vida. Con la nominación se te abren más posibilidades y tengo más esperanza para seguir haciendo cine. Desde que he tenido el niño, que se llama César, mi vida ha cambiado para bien, todo son buenas noticias. Siempre digo que en un año he tenido un Cesar y un ojalá un Goya.
¿Cómo le llega la historia y cuando decide hacer un corto sobre “Las viudas de Ifni”?
Me fui con mi socio Pedro Palacios a Ifni para grabar otro documental que teníamos pensado. Un documental sobre las tres ex colonias de España en el Sáhara occidental. Y hablando en Ifni sobre este propósito con sus gentes, los lugareños nos decían que era una vergüenza lo que España había hecho con las viudas de esta ciudad. Una vez aquí, la idea sobre el abandono por parte del gobierno español de las viudas me venía a la cabeza. Fue así como decidimos contar la historia de estas mujeres.
¿Qué cuenta “Las viudas de Ifni”?
Cuando Ifni dejó de ser provincia española en el año 1969 el régimen del general Franco promulgó una ley en la que se decía que las viudas del personal marroquí de la colonia española no iban a percibir ninguna pensión de viudedad. Quedaron abandonadas a su suerte porque Marruecos tampoco se hizo cargo de ellas. Nuestra historia cuenta el abandono que sufrieron y las condiciones de indigencia en las que viven. Hay un ejército de ancianas que viven en la miseria porque no las reconocen ni Marruecos ni España
¿Cuantas veces tuvieron que viajar a Ifni para elaborar el documental?
Hasta tres veces, y estuvimos casi un año para elaborarlo con la post producción y todo. El tiempo de rodaje y producción han sido más de seis meses.
Hay una denuncia social en su cinta. ¿Va a servir para algo relatar estos hechos?
Ojalá… una de las cosas que más nos impresionó es que cuando fuimos a grabar la gente pensaba que éramos del Gobierno español que íbamos a pagarles las pensiones. Teníamos un ejército de ancianas que pensaban que les íbamos a pagar las pensiones. Pero les dijimos que íbamos a hacer un documental de ellas para que todo el mundo supiera su historia y nos abrieron sus casas y sus corazones de par en par. La satisfacción personal sería que el Gobierno reconociera las pensiones a las viudas. La satisfacción profesional sería ganar un Goya.
Muchas vivencias y muchas anécdotas
El segundo día de rodaje nos habían quitado la cámara y prácticamente todo el equipo, porque no habíamos pedido permiso a Rabat. Pensábamos que no nos íban a decir nada. Nos pusieron muchos problemas… pero al final lo sacamos adelante. En cuanto a la experiencia de tratar con las viudas y los lugareños de Ifni fue muy bonita. Jamás me habían tratado con tanta hospitalidad. Pensábamos que tendríamos problemas y todo lo contrario. Como son Bereberes nos agasajaban con comida, nos abireron sus casas. Ha sido una experiencia que no tiene precio. A nivel espiritual y emocional ha sido una experiencia muy fuerte y que me ha enriquecido mucho, solo por eso merece la pena.
Y la financiación…
La productora Odessa Films y nuestra visa, la de Pedro Palacios y la mía que es lo mismo porque la productora es nuestra. No hemos tenido ningún tipo de ayudas ni subvención. Ahorrábamos para poder viajar y poder grabar.
¿Cree que con la nominación tendrá más salida su documental?
Es difícil por el género del documental en si. Es un producto de festivales. Por ejemplo se ha proyectado en la Filmoteca Valenciana, en la Academia de Cine Española, en La SGAE se proyecta ahora… Y ahora vamos a proyectarla en festivales de tipo social. Pero, en cuanto al gran público, no es un producto que tenga mucha salida comercial.
¿Se ve ganador?
Creo que tenemos nuestras opciones porque la cinta retrata una injusticia social. Aunque reconozco que tenemos duros competidores. Es una alegría estar nominados, pero quiero ganar ese Goya.
Nuevos proyectos
Tengo muchas cosas en la cabeza… El problema como siempre es la financiación. Pero sí que tengo pensado un documental de largo metraje y otro de ficción en el que ya estamos preparando el guion.
VLCiudad/Francisco Estellés