Valencia, 18 de abril
La localidad de Picanya, en Valencia, ha dedicado su Via Crucis del Viernes Santo a las familias afectadas por la dana acontecida el 29 de octubre del año pasado. Según ha informado el Arzobispado de Valencia, la Semana Santa en Picanya se está celebrando de manera adaptada a las circunstancias tras las inundaciones provocadas por el temporal.
Durante la mañana del viernes, el Via Crucis realizó paradas en viviendas y comercios afectados por el agua, lo que generó una profunda emoción entre los vecinos y feligreses presentes, según destacó el Arzobispado.
Casi seis meses después de la tragedia, Picanya y otras parroquias de localidades afectadas continúan trabajando en la recuperación de sus templos y obras de arte, así como en retomar la normalidad de sus celebraciones.
El templo de Picanya ha permanecido cerrado desde las inundaciones. No obstante, la parroquia ha podido mantener sus celebraciones gracias al préstamo de un local cultural por parte del Ayuntamiento. El párroco del municipio, Joaquín Civera, agradeció esta colaboración, que ha permitido seguir ofreciendo servicio a la comunidad, aunque ha requerido adaptar la actividad litúrgica y pastoral a las condiciones del espacio prestado. Dicho local, compartido con más asociaciones, implica el montaje y desmontaje continuo del altar y la adaptación de los horarios de las celebraciones.
Durante la Semana Santa, algunas ceremonias se están realizando en el convento de las religiosas auxiliares de Jesucristo Sacerdote, también en Picanya. Este Jueves Santo, tras los oficios en el local cultural, la Reserva del Monumento se trasladó al templo de las religiosas y se prevé que el rito inicial de la Vigilia Pascual se celebre en el exterior del convento, con la eucaristía en su interior.
El Arzobispado informó que la capilla de las monjas, aunque afectada en menor grado por la dana, acoge desde hace casi un mes la Exposición del Santísimo, permitiendo a los fieles rezar ante el Sagrario.
El párroco expresó que se ha avanzado en la recuperación del templo, con trabajos de mantenimiento, reconstrucción de muros y pintura, y están a la espera de instalar puertas e iniciar el proceso de desinfección por hongos. Civera confía en que las Primeras Comuniones puedan celebrarse pronto en la parroquia.
Civera subrayó la importancia de recordar que, ante esta situación de adaptación, el Señor está junto a quienes sufren y es crucial sentir su presencia más que nunca.
