La Universitat de València defiende la suspensión de clases por la DANA: una decisión basada en la información pública

La rectora Mavi Mestre responde a la investigación judicial y reafirma que la decisión del Comité de Emergencias de la UV fue tomada siguiendo protocolos internos y en base a los datos meteorológicos disponibles en ese momento.

Una decisión anticipada que hoy está bajo la lupa judicial

La Universitat de València (UV) se encuentra en el centro de la atención mediática y judicial tras la decisión de suspender clases y actividades el pasado 28 de octubre de 2024, justo un día antes de que la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) provocara intensas inundaciones en varias comarcas de la Comunitat Valenciana.

Lo que en su momento fue visto por algunos como una medida preventiva prudente, hoy es objeto de investigación por parte de la jueza de Catarroja, quien ha solicitado explicaciones a la institución académica sobre el proceso de toma de decisiones. Frente a esta situación, la rectora de la UV, Mavi Mestre, ha salido al paso defendiendo el proceder del Comité de Emergencias de la universidad.

La UV actuó según su protocolo y con información pública disponible

Durante su asistencia al acto de firma del protocolo para nuevos estudios en el campus de Ontinyent, la rectora explicó que “la decisión fue tomada por el Comité de Emergencias, con base en la información pública que existía en ese momento”.

Este comité, según detalló Mestre, está compuesto por representantes de los distintos campus, técnicos de la unidad de infraestructuras, y los vicerrectorados de prevención y de infraestructuras. “Es un órgano amplio, y siempre es el que toma las decisiones en la UV; la rectora las ejecuta”, subrayó.

Según explicó, con los datos meteorológicos en mano se activó el protocolo de alerta V2, lo que supuso la suspensión de clases. Horas más tarde, ante el agravamiento de la situación, se declaró la alerta V3 y se cancelaron todas las actividades, siguiendo el manual interno de actuación.

¿Exageración o previsión? Las críticas y la respuesta institucional

El president de la Generalitat, Carlos Mazón, calificó en su momento la decisión de la UV como “exagerada”. Una opinión que Mestre prefirió no confrontar directamente: “Son percepciones subjetivas”, afirmó con firmeza, añadiendo que no le corresponde valorar decisiones de otras instituciones.

La rectora recordó también su experiencia personal como oriunda de la comarca de la Safor, donde ha vivido múltiples desbordamientos del río Gallinera: “Quizá soy una rectora miedosa, pero pienso siempre en las personas. Tenemos a muchos trabajadores y estudiantes, y su seguridad es lo primero”.

La dimensión humana de una decisión institucional

“Ese día no tuve ninguna duda”, confesó Mestre. La contundencia de sus palabras revela no solo una defensa institucional sino también una profunda preocupación por el bienestar de la comunidad universitaria.

Testimonios de alumnos y profesores recabados por Valencia noticias también apuntan en esa dirección. Clara Gil, profesora en la Facultad de Filología, comentó: “Fue un alivio que nos avisaran con tiempo. Yo vivo en Alzira y ese día las carreteras se complicaron mucho por las lluvias”.

Por su parte, Alejandro Torres, estudiante de segundo de Derecho, apuntó: “Mucha gente no entendió al principio por qué se cancelaban las clases, pero al día siguiente todo tenía sentido. Las calles estaban inundadas”.

¿Qué papel jugó la Generalitat Valenciana?

Una de las preguntas que más resuena ahora es por qué otras instituciones no actuaron con la misma previsión. La UV actuó según sus protocolos internos, pero el contraste con las decisiones del gobierno autonómico ha despertado dudas entre la ciudadanía.

Mestre, sin embargo, ha preferido no entrar en valoraciones ajenas: “Yo sé la información que nosotros teníamos, y era pública. Con esa información tomamos una decisión”. Esta postura deja entrever una posible desconexión entre los distintos niveles de gestión ante fenómenos meteorológicos extremos.

El protocolo bajo la lupa judicial

La jueza que instruye el caso ha solicitado formalmente a la Universitat de València que aclare quién tomó la decisión de suspender las clases y con base en qué criterios. Desde la UV ya han anunciado que están preparando la documentación y que remitirán toda la información pertinente, tal y como han hecho siempre.

Cabe recordar que el protocolo interno de la UV incluye diferentes niveles de alerta ante emergencias climáticas, con procedimientos que se activan automáticamente según la gravedad de la situación.

¿Estamos preparados para la próxima DANA?

La gestión de este episodio ha abierto un debate más amplio sobre la preparación de las instituciones valencianas ante fenómenos meteorológicos extremos. ¿Debe haber una coordinación más estrecha entre universidades, ayuntamientos y Generalitat? ¿Es hora de revisar los protocolos de actuación a la luz del cambio climático y sus efectos cada vez más frecuentes?

Desde Valencia noticias, nos hacemos eco de estas preguntas y recogemos también las impresiones de ciudadanos que vivieron en primera persona las consecuencias de esa DANA.

“El agua me llegó hasta la puerta del garaje, y eso que vivo en una zona que nunca se había inundado”, relató Marcos Pérez, vecino de Benetússer. “Si la UV no hubiera suspendido las clases, habría sido un caos para los estudiantes que se desplazan desde otras localidades”.

Conclusión: ¿prudencia o exceso?

La actuación de la Universitat de València pone sobre la mesa el eterno dilema entre actuar con anticipación o esperar a que el riesgo se materialice. Lo que para algunos fue una decisión “exagerada”, para otros fue una muestra de responsabilidad institucional.

En un contexto en el que los fenómenos climáticos extremos se repiten con mayor frecuencia, quizá sea momento de valorar más la prevención que la reacción.

¿Y tú, qué opinas? ¿Crees que la UV hizo lo correcto al suspender las clases antes de la DANA? Déjanos tu opinión en los comentarios o compártela en redes sociales con el hashtag #ValenciaNoticias.