6 de octubre de 2024
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¿Por qué Natalia soltó a su bebé tras siete meses de duelo?

Valencia noticias – Noticias de Valencia


La chimpancé del Bioparc de Valencia finalmente dejó el cuerpo de su cría fallecida después de meses de un doloroso proceso, que ha generado interés entre expertos y visitantes sobre el duelo en los primates.

Natalia, una chimpancé del Bioparc de Valencia, ha sorprendido a expertos y curiosos al soltar el cadáver de su cría tras siete meses aferrada a él. Desde que su bebé murió en febrero, la chimpancé mantuvo el cuerpo sin vida junto a ella, un comportamiento que, aunque impactante, es una respuesta natural en los primates ante la pérdida de una cría. Este caso ha planteado preguntas sobre el duelo animal y la capacidad emocional de los chimpancés.

El duelo de una madre chimpancé

Cuando la cría de Natalia falleció en febrero de 2024, la chimpancé, como es habitual en su especie, comenzó un proceso de duelo aferrándose al cuerpo sin vida de su bebé. Los cuidadores del Bioparc observaron cómo la madre continuaba con su vida diaria, pero nunca dejaba de cargar con el cadáver de la cría, a pesar de que el cuerpo comenzaba a descomponerse con el paso del tiempo.

Los expertos en comportamiento animal, junto con los cuidadores, decidieron no intervenir y permitir que Natalia siguiera su proceso natural. Esta decisión se basó en el respeto por las emociones del animal y en el conocimiento de que los primates, especialmente los chimpancés, necesitan tiempo para aceptar la muerte de sus crías.

¿Por qué soltó Natalia a su bebé tras tanto tiempo?

La respuesta al largo periodo de duelo de Natalia puede encontrarse en los complejos vínculos emocionales que los chimpancés desarrollan con sus crías. Los primates, al igual que los humanos, forman lazos afectivos profundos con sus descendientes, y la pérdida de un hijo es una experiencia devastadora.

Durante siete meses, Natalia mantuvo el cadáver cerca de ella, probablemente como una forma de procesar la pérdida. Los cuidadores y expertos del Bioparc esperaban este momento, conscientes de que la madre, eventualmente, soltaría el cuerpo una vez hubiera aceptado la muerte de su bebé. Según explican desde el Bioparc, “un día, sin más, Natalia se desprendió del cuerpo de su cría, lo dejó en el suelo y no regresó por él”. Este comportamiento, aunque conmovedor, es consistente con lo que se ha observado en otros casos de duelo en primates.

El largo proceso de duelo de Natalia muestra la profunda capacidad emocional de los chimpancés. A lo largo de la historia, estudios en primates han demostrado que estos animales pueden experimentar emociones complejas como el dolor, el amor, e incluso la depresión tras la pérdida de un ser querido.

El respeto por el proceso natural

Una de las decisiones más destacadas de los cuidadores del Bioparc fue no intervenir activamente en el duelo de Natalia, permitiéndole vivir este proceso de forma natural. Si bien hubiera sido posible retirar el cadáver de la cría en un momento anterior, los cuidadores optaron por dejar que la chimpancé siguiera su curso emocional, un enfoque que finalmente resultó beneficioso tanto para Natalia como para el equipo del parque.

El Bioparc se ha ganado elogios por su enfoque respetuoso, alineado con la ética moderna de manejo de animales en cautiverio. Este caso sirve como ejemplo de cómo el respeto por los comportamientos naturales de los animales puede ayudar en su bienestar psicológico.

Duelo en los primates: un comportamiento observado en la naturaleza

Lo ocurrido con Natalia no es un caso aislado. En la naturaleza, los chimpancés y otros primates, como los gorilas y los bonobos, también suelen aferrarse a los cuerpos de sus crías fallecidas durante días o semanas. Este comportamiento ha sido documentado en estudios científicos y se considera parte del proceso de aceptación de la muerte.

Los científicos han observado que las madres chimpancé suelen portar el cadáver de sus crías durante un tiempo antes de finalmente dejarlas. Este tiempo de duelo varía según el individuo, pero suele durar lo suficiente como para que la madre comprenda que su cría no volverá. Al igual que en los humanos, el duelo en los primates es un proceso complejo y emocionalmente cargado, que puede influir en su comportamiento y estado emocional a largo plazo.

Un ejemplo educativo para los visitantes

Durante los siete meses que duró el duelo de Natalia, miles de visitantes del Bioparc fueron testigos de este comportamiento. Muchos se sintieron conmovidos por la devoción de la madre hacia su cría fallecida, mientras que otros se interesaron en aprender más sobre la capacidad emocional de los primates.

Para el Bioparc, el caso de Natalia se convirtió en una valiosa oportunidad educativa. A través de charlas y explicaciones, los cuidadores y educadores del parque informaron a los visitantes sobre la importancia del duelo en los chimpancés y la necesidad de respetar los procesos naturales de los animales, incluso en un entorno controlado como un zoológico.

Reflexión final

El caso de Natalia ha generado una reflexión sobre cómo los animales experimentan la muerte y el duelo. ¿Crees que los animales, como los chimpancés, experimentan el dolor de la pérdida de forma similar a los humanos? ¿Cómo debería la intervención humana respetar los procesos emocionales de los animales en cautiverio?

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