Las chanclas nos invaden: fuera de su hábitat natural, que son las playas y las piscinas, este calzado se adueña del asfalto en cualquier ciudad en cuanto hace buen tiempo. Más allá de marcas, estilos y colores, ¿es bueno que utilicemos las chanclas de dedo en todo momento? Salesa Macía Bellas, miembro de Saluspot y podóloga en la Clínica Macía, explica cómo las chanclas perjudican nuestros pies si siempre las llevamos puestas.
Los riesgos que corremos al utilizar chanclas de dedo durante mucho tiempo son los siguientes:
- La libertad de movimiento del pie produce esguinces y tendinitis en el tobillo.
- Los dedos pueden recibir golpes.
- Como el talón queda suelto, puede sufrir traumatismos.
- Sujetamos la chancla con los dedos, lo que favorece los dedos en garra.
- Los pies sudan más si las chanclas son de plástico.
- La piel entre el dedo gordo y el segundo dedo se irrita.
Para evitar estos problemas, sigue estas recomendaciones:
- Adapta el calzado al tipo de actividad que vas a realizar (chanclas para la piscina o sandalias con sujeción en el talón y en los dedos si sales a caminar).
- Comprueba que no estén fabricadas en plástico y que sean ligeras.
Por Salesa Macía Bellas, miembro de Saluspot y podóloga en la Clínica Macía.