PSPV y Compromís presentan su propuesta de Zona de Bajas Emisiones para Valencia y piden la abstención de Catalá.
El PSPV y Compromís, integrados en el Ayuntamiento de Valencia, han acordado lanzar una propuesta para la implementación de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad, que contemple ayudas para el reemplazo de vehículos a quienes lo necesiten. Esta medida comenzaría a aplicarse el 1 de enero de 2026, dividiéndose en varias etapas.
En una rueda de prensa, la portavoz de Compromís por Valencia, Papi Robles, y el portavoz del PSPV-PSOE, Borja Sanjuan, solicitaron un pleno extraordinario para presentar una moción que evite la pérdida de aproximadamente 150 millones de euros en ayudas europeas y estatales. Los portavoces pidieron a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, que se abstenga en la votación para facilitar la aprobación de la propuesta.
Robles criticó que Catalá exprese dudas sobre la utilidad de la Zona de Bajas Emisiones y aseguró que su partido y el PSPV han diseñado la propuesta con los objetivos de mantener las ayudas, crear una zona más equitativa y disminuir la contaminación. También solicitó a la alcaldesa que permita que los 16 concejales, con capacidad de llegar a acuerdos, saquen adelante esta moción, en lugar de estar influenciada por la presencia de cuatro que niegan el cambio climático.
Por su parte, Sanjuan enfatizó que es necesario dirigirse a Catalá, ya que consideran que el concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, no es un interlocutor válido. Según Sanjuan, la propuesta necesita únicamente la abstención del PP para ser aprobada. Agregó que la alcaldesa debería abstenerse si no cree en la ZBE, pero que podría evitar así un gasto significativo para la ciudad. También sugirió que Catalá debería priorizar su rol como alcaldesa antes que sus aspiraciones políticas futuras.
La propuesta contempla la aplicación de la ZBE en toda Valencia para mejorar la calidad del aire y la salud pública. Se implementará de forma gradual para los vehículos más contaminantes y ofrecerá exenciones y ayudas a familias vulnerables y personas con movilidad reducida. Además, se plantea un sistema de estacionamiento preferencial para residentes y la eliminación de tarifas para hogares con menos recursos.
Robles destacó el riesgo colectivo de no actuar, citando estudios que indican la superación de límites de contaminación en el 40% de los barrios valencianos. La moción también incluye revertir decisiones del gobierno del PP que han incrementado el tráfico y las emisiones. Los grupos están comprometidos con priorizar espacios verdes y reducir el tráfico rodado, asegurando la accesibilidad para los vecinos y los servicios de emergencia.
En cuanto a las etiquetas, Sanjuan detalló que a partir del 1 de enero de 2026, los vehículos con etiqueta A de fuera de Valencia no podrán ingresar a la ciudad. Además, para los vehículos con etiqueta B, las restricciones comenzarán en 2027 para aquellos de fuera de la provincia y en 2028 para los de fuera de la ciudad, asegurando que el 55% de las plazas de aparcamiento en los barrios sea para residentes.