“Hemos vivido la peor semana en la Comunitat Valenciana del inicio de la pandemia”. Con esta dura y contundente frase ha comenzado el president de la Generalitat, Ximo Puig, su discurso este domingo para anunciar nuevas restricciones en la Comunitat Valenciana referidas a los perimetrajes y las reuniones con no convivientes.
El president ha incidido en que es necesario que en las casas no haya reuniones familiares ni sociales ya que en estas semanas “nos la jugamos” mucho. Y es que el 69% de los brotes detectados entre el 13 y el 20 de enero se han producido prácticamente todos en las reuniones familiares o de amigos. “Es ahí donde nos relajamos de manera imprudente y aparcamos el uso obligatorio de la mascarilla”.
Por eso, desde este lunes se limitan las reuniones a los convivientes en el espacio privado y a dos personas que pueden ser de dos núcleos de convivencia distintos en el espacio público: “Las casas no pueden convertirse en el sustitutivo de los restaurantes y los bares”, ha pedido Puig.
Sobre cómo se vigilará el cumplimiento de la norma, el president ha reconocido que la Comunitat Valenciana no pasará de la noche a la mañana a convertirse en un estado policial: “Sería imposible y no deseable”. El president ha dicho que estas medidas son un aviso de lo que no se puede hacer y un llamamiento a la corresponsabilidad.
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