El hallazgo de dos osarios, o cajas de sepultura para los huesos, vinculados al cuerpo de Jesús reabrió un fuerte debate arqueológico y teológico. El geólogo Aryeh Simrón, de Jerusalén, cree haber establecido un vínculo común entre ellos, de acuerdo con lo que publica The New York Times.
El experto asegura haber encontrado inscripciones que llevaron a algunos a afirmar que Jesucristo se casó ytuvo un hijo.
Uno de los osarios tiene una inscripción en arameo que reza: “Santiago, hijo de José, hermano de Jesús“. Su dueño es un coleccionista israelí que afirma que se lo compró a un comerciante de antigüedades de Jerusalén Este en la década de 1970.
El periódico relata que hace más de una década, el gobierno de la Autoridad de Antigüedades de Israel declaró la parte de “hermano de Jesús” de la inscripción como una falsificación y denunció al coleccionista. Sin embargo, un tribunal de Jerusalén dictaminó en 2012 que el Estado no había podido probar su caso.
De acuerdo con lo que consigna La Vanguardia, la cámara funeraria, posteriormente conocida como la tumba de Talpiot, contenía 10 osarios, algunos con inscripciones que se han interpretado como “Jesús hijo de José“, “María” y otros nombres asociados a figuras del Nuevo Testamento.
La tumba de Talpiot, ubicada en un subterráneo bajo una losa de hormigón en un patio entre edificios de apartamentos anodinos en Dov Gruner, en Talpiot Este, y sus osarios están bajo la custodia de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
En tanto, el osario de Santiago está con su dueño, Oded Golan, un coleccionista que vive en Tel Aviv y mantiene la caja en un lugar secreto. Ambos están a la espera de que nuevas investigaciones acaben de refutar su autenticidad o bien de demostrar que Jesús tuvo descendencia. Lo cierto es que se reabrió un viejo debate y todo parece indicar que continuará por mucho tiempo.