El antiguo monasterio de San Vicente de La Roqueta tendrá un uso institucional o cultural, en concreto la parte recayente a la calle San Vicente, y un espacio se reservara para evocar el origen de la iglesia en Valencia. Es esta la intención del equipo de gobierno como anuncio la alcaldesa de Valencia, Rita Barbera, después de que la Asociación Cofradía de San Vicente Mártir hiciera oficial su propuesta de destinarlo para acoger personas sin recursos, o sea el proyecto que la Casa de la Caridad quiere poner en marcha hace años y a cuyo colectivo el Ayuntamiento de Valencia le ha cedido un solar en el barrio de Benicalap.
«La Roqueta está en el presupuesto de 2012, la estamos consolidando y no la hemos abandonado. Hay unos trabajos de consolidación y recuperación», aseguró la alcaldesa hace unos días ante las criticas de diversos colectivos vicentinos de abandono. Lo cierto es que quien hasta ahora esta poniendo dinero es el consistorio, dueño del edificio, pero la inversión importante calculada en 2,6 millones de euros debe provenir y esta contemplada en las cuentas de la Generalitat Valenciana, en el llamado Plan Confianza, pero el proyecto sigue sin salir a concurso con un retraso ya de dos años.
El convento debe ser lo «único que nos queda de propiedad municipal por restaurar. Estoy orgullosa de haber hecho esta recuperación con más de 100 intervenciones».
El edificio fue salvado del derribo en 1978 por el ayuntamiento después de una fuerte campaña de reivindicación popular. La tradición atribuye a este lugar el sitio de enterramiento de San Vicente Mártir, patrón de la ciudad y de quien hoy se ha celebrado su festividad. Desde su compra, algunos usos que se han barajado son los de sede de la Acadèmia de la Llengua, del Instituto Francés y la Hemeroteca Municipal, entre otros.
VLC Ciudad/Paco Varea