Ayudas por riada: 7,7 millones para 2.550 afectados

Compensación económica por los daños provocados por la DANA de 2022

La Generalitat Valenciana ha abonado una ayuda económica histórica de 7,7 millones de euros destinada a compensar a los propietarios de vehículos siniestrados durante la gota fría (DANA) que azotó la Comunitat Valenciana en septiembre de 2022. Esta medida ha permitido atender las necesidades de 2.550 personas afectadas, cuyas propiedades se vieron gravemente perjudicadas por las intensas lluvias torrenciales.

Los datos fueron presentados por el conseller de Hacienda y Modelo Económico, José Vicente Guasp, quien recalcó la importancia de ofrecer una respuesta rápida y eficaz a los ciudadanos damnificados por fenómenos climáticos extremos.

¿Qué motivó esta ayuda? Una DANA que dejó cientos de vehículos inutilizados

Entre los días 11 y 13 de septiembre de 2022, varias localidades valencianas, especialmente en las provincias de Valencia y Castellón, sufrieron el impacto de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA). Este episodio registró precipitaciones de más de 300 litros por metro cuadrado en apenas unas horas, causando:

• Inundaciones de garajes y vías públicas
• Arrastre y pérdida total de vehículos
• Graves daños materiales a viviendas y comercios

Más de 2.500 vehículos fueron declarados siniestro total, con muchos de ellos literalmente sepultados por el agua. Ante la magnitud de los daños, los afectados reclamaron ayudas al gobierno autonómico para poder reponer sus medios de transporte.

La Generalitat responde con una línea específica de ayuda económica

La Generalitat activó una línea de ayudas directas dirigida exclusivamente a los propietarios de vehículos siniestrados por la riada. Esta actuación fue coordinada a través de la Conselleria de Hacienda y gestionada por el organismo autonómico Labora, dentro del marco del Plan Resistir Plus.

Criterios y requisitos para recibir las ayudas

Los beneficiarios debían cumplir con una serie de condiciones para optar a la compensación, incluyendo:

• Demostrar la titularidad del vehículo en el momento del suceso
• Presentar informes periciales que certificaran el siniestro total
• Residir en unas de las localidades afectadas por la DANA
• No haber recibido indemnización por parte de compañías aseguradoras o que esta fuera insuficiente

Los importes asignados oscilaron entre los 2.000 y 4.000 euros por vehículo afectado, dependiendo del modelo, año de matriculación y grado de pérdida.

La agilidad en el pago: uno de los grandes logros del proceso

Una de las características más destacadas de esta ayuda fue su rápida ejecución. Tal y como señaló Guasp, “el objetivo era que los afectados no tuvieran que esperar años para recibir una restitución económica”.

Gracias a una colaboración estrecha entre administraciones públicas, se consiguió que:

• Los afectados pudieran realizar sus solicitudes de forma digital
• Los expedientes fueran tramitados en un periodo máximo de 3 meses
• Los pagos fueran realizados directamente en las cuentas bancarias de los solicitantes

De esta forma, más de 2.550 ciudadanos pudieron reponer sus vehículos muchísimos antes de lo habitual en este tipo de compensaciones.

Impacto económico y social de las ayudas

La inyección de los 7,7 millones de euros ha tenido un doble efecto: por un lado, ha permitido a las familias afectadas recuperar la movilidad; por otro, ha supuesto un estímulo para el sector automovilístico, especialmente en concesionarios y talleres locales.

Estimulación del mercado de vehículos usados y nuevos

Desde la entrada de las ayudas, se ha notado una subida notable en las matriculaciones en los municipios afectados:

• Incremento de demanda en vehículos seminuevos
• Repunte en servicios de financiación y renting
• Reactivación parcial del mercado automotor regional

Esto demuestra cómo una política pública bien diseñada puede tener impactos tangibles a corto y medio plazo.

Localidades más afectadas por las inundaciones

Según datos recogidos por Protección Civil y los bomberos de la Generalitat, las poblaciones con mayores solicitudes de ayuda han sido:

• Alzira
• Carcaixent
• Xàtiva
• Ontinyent
• Oliva
• La Vall d’Uixó

En muchos de estos municipios se activaron planes de emergencia y evacuación, ya que las grandes avenidas de agua comprometieron incluso la seguridad estructural de infraestructuras urbanas.

Una política de prevención y respuesta ante futuros fenómenos meteorológicos extremos

Desde la Generalitat, se ha insistido en que este tipo de medidas no solo tienen fines paliativos, sino que forman parte de una estrategia global de adaptación al cambio climático. De hecho, el conseller Guasp anunció que se está trabajando en nuevas líneas de ayudas para ampliar la cobertura a viviendas, negocios y explotaciones agrícolas dañadas por eventos similares.

Inversiones en infraestructuras y planes urbanísticos

Además de la ayuda directa a los afectados, la administración autonómica ha iniciado proyectos cuyo propósito es:

• Mejorar la canalización de aguas pluviales
• Modernizar los sistemas de alerta temprana
• Rediseñar zonas urbanas en riesgo de inundación
• Refuerzo de cauces fluviales como el río Clariano y el Serpis

El objetivo no es solo mitigar los efectos, sino prevenir el impacto en futuras DANAs, que cada vez son más frecuentes debido al calentamiento global.

Agradecimientos y colaboración ciudadana

Desde la Generalitat se ha agradecido el comportamiento ejemplar mostrado por la ciudadanía durante y después del desastre natural. En palabras del conseller:

“Nuestros ciudadanos han demostrado una enorme responsabilidad y solidaridad. La administración tiene el deber de estar a su lado cuando más lo necesitan.”

También se ha resaltado la labor de los cuerpos de seguridad, bomberos, servicios de emergencias y voluntarios, cuya entrega permitió que, a pesar de la gravedad, no se registraran víctimas mortales en el episodio de 2022.

Conclusión: una respuesta efectiva ante una catástrofe inesperada

Las ayudas por la DANA asignadas en la Comunitat Valenciana suponen un ejemplo de eficiencia en la gestión pública. Con más de 7,7 millones de euros distribuidos entre 2.550 afectados, la Generalitat no solo ha aliviado el sufrimiento de numerosos ciudadanos, sino que ha reactivado a su vez sectores productivos clave.

La respuesta institucional ha sido rápida, efectiva y bien valorada por los beneficiarios, consolidando una pauta de actuación ante futuras emergencias climáticas.

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Con este modelo de actuación y una planificación de futuro, la Comunitat Valenciana se posiciona como referencia en la gestión de ayudas ante catástrofes naturales.