La consellera de Sanidad, Ana Barceló, ha señalado a las familias, ante las dudas surgidas por la actuación en los centros educativos para atajar la irrupción de la variante Ómicron, que “en ninguno de los escenarios se recomienda en este momento realizar cribados masivos a no ser que de forma excepcional así lo indiquen las autoridades de salud pública”.
Destaca que hay 166.514 escolares vacunados, 58.801 desde el pasado jueves
VALÈNCIA, La consellera de Sanidad, Ana Barceló, ha señalado a las familias, ante las dudas surgidas por la actuación en los centros educativos para atajar la irrupción de la variante Ómicron, que “en ninguno de los escenarios se recomienda en este momento realizar cribados masivos a no ser que de forma excepcional así lo indiquen las autoridades de salud pública”.
Barceló, en su comparencia en las Corts, ha explicado al respecto que según la actualización de la guía realizada en el Consejo Interterritorial, solo en el supuesto de que se considere que hay una transmisión no controlada, los servicios de salud pública realizarán una evaluación de riesgo para analizar la necesidad de escalar las medidas, valorando en última instancia el cierre temporal del centro educativo.
Barceló ha recalcado que la experiencia ha demostrado que las aulas han sido “el espacio más seguro” en el que los niños pueden desarrollar sus capacidades y, ha recalado, “nuestra obligación garantizar el aprendizaje pero también el desarrollo emocional y la tan necesaria socialización de la población escolar”.
Así, ha recalcado que los datos demuestran que la población infantil tiene “mucho menor riesgo” de padecer formas graves de COVID- 19. En concreto, el análisis epidemiológico en la población menor de 12 años de edad durante la quinta onda pandémica muestra que aproximadamente el 99,5 de los casos diagnosticados presentaron un cuadro leve siendo alrededor del 50% asintomático.
Por eso, ha apuntado que se han ido adecuando los protocolos y que la actualización de enero se ha aprobado en base a tres premisas: Los centros educativos presentan unas tasas de contagio secundario muy inferiores al resto de ámbitos de interacción, siendo la transmisión en las aulas muy limitada; el impacto sobre la conciliación familiar y laboral, así como el riesgo que para potenciales cuidadores vulnerables puede tener el cuidado de los niños pequeños en una situación de cierre de aulas o colegios.
En ese sentido, ha destacado que los niños “han soportado confinamientos, miedos y restricciones que en muchas ocasiones, debido a su corta edad, eran incapaces de comprender”, pero todo ello “no les ha impedido ser el sector de la población que más y mejor ha cumplido con las normas y recomendaciones dirigidas a prevenir los contagios”. Por ello, les ha agradecido, junto a sus familias, el ejemplo de responsabilidad dado.
VACUNACIÓN DE ESCOLARES
Asimismo, ha destacado que en diciembre se inició la primera fase de la vacunación de los menores de entre 9 y 12 años con la vacuna pediátrica de Pfizer, que culminó con la inmunización de 107.713 alumnos, el 70% del grupo diana.
Este proceso se retomó el pasado jueves en los colegios para administrar la dosis a los menores de 5 a 8 años y todos aquellos de 9 a 11 años que no pudieron vacunarse en la fase anterior. Desde entonces se han administrado 58.801 dosis, por lo que, en total, ya son 166.514 los menores vacunados.
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