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El conseller Marciano Gómez ha confirmado que los hospitales valencianos abrirán en jornada ordinaria por las tardes, reorganizando las plantillas “a coste cero”. La medida, presentada como una fórmula de eficiencia, ha reavivado el debate sobre la presión asistencial, la falta de personal y los equilibrios políticos en un sistema sanitario tensionado por años de infrafinanciación.
¿Más eficiencia o más presión? El anuncio que divide a la sanidad valenciana
El titular lo dice todo: los hospitales valencianos abrirán por las tardes sin coste añadido. Una medida que, sobre el papel, suena a modernización del sistema y optimización de recursos. Sin embargo, bajo esa promesa de eficiencia se esconden muchas incógnitas. ¿Es posible ampliar la actividad asistencial sin aumentar personal? ¿Se está mejorando la atención o simplemente redistribuyendo una carga ya excesiva?
Marciano Gómez, conseller de Sanidad de la Generalitat Valenciana, ha asegurado que la reorganización de turnos, ya en marcha en el Hospital Clínico y próximamente en La Fe, permitirá activar quirófanos, pruebas diagnósticas y consultas vespertinas sin necesidad de más presupuesto. No obstante, también ha reconocido que si no es suficiente, “se contratará personal”.
Una fórmula flexible que busca dar respuesta a la creciente demanda sanitaria, pero que plantea dudas sobre la sostenibilidad del modelo. “Es un axioma erróneo pensar que para aumentar la actividad hay que aumentar personal”, afirmó el conseller. Una declaración que, más allá de lo económico, pone el foco en la cultura organizativa del sistema.
La productividad bajo la lupa: un nuevo modelo de incentivos
Gómez ha sido claro: “No se puede trabajar menos por la mañana y más por la tarde solo porque la jornada sea complementaria”. De ahí su apuesta por revisar los criterios de productividad, con una partida de 40 millones de euros destinada a incentivos variables. La intención es premiar el rendimiento, pero también corregir una dinámica que, según el conseller, genera desigualdades internas y afecta a la equidad del sistema.
Este nuevo enfoque, sin embargo, no ha estado exento de críticas. Algunos sindicatos ya han mostrado su preocupación por una posible sobrecarga laboral y por la incertidumbre sobre cómo se aplicarán los criterios de rendimiento. “No se trata solo de reorganizar horarios, sino de garantizar condiciones laborales justas y recursos suficientes para sostener el cambio”, comentaba una sanitaria del Hospital General de Valencia que pidió no ser identificada.
Un sistema bajo presión: 1.023 millones de deuda por atención a desplazados
En paralelo, el conseller ha aprovechado su comparecencia en Les Corts para lanzar un mensaje directo al Gobierno central: “Exigimos los 1.023 millones que nos deben por la atención a desplazados”. Gómez ha reclamado una respuesta unánime ante esta situación, argumentando que la deuda supera el 11% del presupuesto sanitario.
La reclamación apunta a una de las tensiones más persistentes entre la Generalitat y el Estado: la infrafinanciación. En este caso, se calcula que cada año la Comunitat Valenciana asume unos 77,6 millones por atender a ciudadanos de otras regiones, sin recibir compensación alguna.
Una situación que, según Gómez, no impedirá seguir prestando servicios: “Ningún valenciano se quedará sin atención porque el Gobierno no financie. Lo haremos nosotros”. Una declaración de intenciones que refuerza la idea de autosuficiencia, pero que también podría interpretarse como una asunción de cargas que no le corresponden a la autonomía.
Atención primaria, salud mental y digitalización: los pilares del nuevo modelo
El conseller ha desgranado los ejes de su política para 2025: reforzar la atención primaria, avanzar en salud digital e invertir en salud mental. Un tridente que, según Gómez, debe marcar el rumbo de una sanidad más moderna, más ágil y más humana.
En atención primaria, se destinarán 1.744 millones, con especial énfasis en dotar de recursos para pruebas y exploraciones, y facilitar la conciliación mediante consultas los sábados por la tarde. En salud mental, se invertirá más de 192 millones, destacando la creación de hospitales de día, unidades de trauma y nuevas plazas de psicología, especialmente para la infancia y adolescencia. Y en digitalización, se proyecta una inversión de 235 millones hasta 2027 para implantar historia clínica única, anillo radiológico e inteligencia artificial.
¿Medidas reales o cortina de humo? La oposición se pronuncia
Desde la oposición, el escepticismo no se ha hecho esperar. Compromís ha acusado al Consell de utilizar los presupuestos como “cortina de humo” para desviar la atención de las críticas por la gestión de la DANA. “El 9 de octubre la sanidad colapsará”, ha dicho Carles Esteve, señalando un supuesto “agujero negro” de 4.000 millones en las cuentas autonómicas.
El PSPV, por su parte, ha sido aún más crítico: “Esta película ya la hemos visto”, dijo Rafa Simó, cuestionando que se haya presupuestado menos de lo que se gastó el año anterior. “Falta la chapa y pintura del pacto entre Mazón y Abascal”, ironizó, en alusión al acuerdo de gobierno con Vox.
Vox, en cambio, ha respaldado la propuesta con una advertencia: “Si vamos en esta línea, así sí. Pero que no haya chiringuitos”, dijo Ana Vega. Un apoyo condicionado que podría marcar el tono de las negociaciones para la aprobación definitiva del presupuesto.
Valencia, ante una oportunidad de transformación
La apertura vespertina de los hospitales valencianos no es una propuesta menor. Implica un cambio estructural en la manera de entender la gestión sanitaria. Si se ejecuta bien, podría reducir listas de espera, mejorar la conciliación y aumentar la eficiencia. Si se improvisa o se fuerza sin recursos suficientes, podría agravar los problemas estructurales del sistema.
La clave estará en cómo se implementa y, sobre todo, en si se escucha a quienes sostienen la sanidad día a día: los profesionales. Porque más allá de los números, los planes estratégicos y las comparecencias, lo que se juega es la salud de 5 millones de valencianos.
¿Crees que abrir los hospitales por las tardes mejorará la sanidad valenciana o solo redistribuirá la carga sin resolver el problema de fondo? Déjanos tu opinión en los comentarios o comparte este artículo en redes con el hashtag #SanidadValenciana.