Un joven ruso quiso demostrar que no tenía miedo frente a sus amigos y saltó desde una distancia de 53 metros. La caída fue tan dura que debieron sacarlo del agua en bote y llevarlo a un hospital. No sobrevivió
Un joven ruso quiso demostrar que no tenía miedo frente a sus amigos y saltó desde una distancia de 53 metros. La caída fue tan dura que debieron sacarlo del agua en bote y llevarlo a un hospital. No sobrevivió