¿Se vivía mejor con Franco? La calle desmonta el mito que defiende uno de cada cinco españoles

Cincuenta años después de la muerte de Francisco Franco, la percepción social sobre la dictadura sigue dividida. Mientras el CIS revela que uno de cada cinco españoles cree que aquellos años fueron “buenos” o “muy buenos”, la voz de la calle ofrece un retrato mucho más complejo, marcado por la memoria, la desinformación y el desconocimiento de la historia reciente.

Un país que aún debate su pasado

En el aniversario del fallecimiento del dictador, la conversación pública vuelve a girar en torno a cómo se vivió realmente durante los cuarenta años de régimen. Según el barómetro de octubre del CIS, el 21,3% de la población considera positiva aquella etapa, una cifra que sorprende por su magnitud medio siglo después del fin de la dictadura que suprimió libertades, persiguió la disidencia y dejó profundas heridas sociales.

Dos grupos destacan por encima del resto: los jóvenes de entre 18 y 24 años y los mayores de 75. Los primeros, pese a la distancia generacional, reproducen discursos nostálgicos presentes en redes y en ciertos espacios políticos. Los segundos, que vivieron su juventud bajo el franquismo, muestran un recuerdo selectivo marcado por la estabilidad económica tardía, aunque la mayoría prefiere el actual sistema democrático.

La calle habla: pobreza, silencios y vivencias

En la calle la mayoría de las personas rechaza cualquier romanticismo hacia el régimen. “Fue una época de pobreza, de miedo y de poca libertad”, explica una joven entrevistada. Otros recuerdan situaciones familiares muy distintas. “En mi casa se vivía bien, pero porque mis padres tenían trabajo estable”, apunta una mujer que creció durante la dictadura.

La percepción del periodo varía según la experiencia personal, algo que se repite en numerosas entrevistas: quien atravesó la etapa con recursos la recuerda como estable; quienes la vivieron desde la precariedad o la represión, como una etapa oscura.

Desinformación y redes sociales: un cóctel peligroso

En las opiniones recogidas por las cámaras aparece un tema recurrente: la desinformación digital. Jóvenes entrevistados señalan la influencia de bulos y relatos distorsionados que circulan en redes sociales.

“La gente tendría que informarse más y dejar de comerse bulos”, resume un estudiante. Otro añade: “Se habla desde un discurso que ha calado mucho en la ultraderecha”. Varios participantes relacionan este fenómeno con patrones internacionales: “Mira lo que pasó con Trump; discursos autoritarios que seducen a parte de la población”.

¿Por qué algunos jóvenes creen que se vivía mejor?

Los expertos coinciden: la raíz del problema está en la falta de formación histórica. Aunque los currículos educativos incluyen el siglo XX, las unidades sobre Guerra Civil, franquismo y Transición suelen quedar relegadas al final del temario y, con frecuencia, no se llegan a impartir.

Sólo los alumnos de segundo de Bachillerato que se examinan de selectividad estudian este periodo con detalle. Los estudiantes de modalidades científicas, artísticas, FP o quienes abandonan el sistema educativo antes no reciben formación suficiente. Miles de jóvenes llegan a la edad adulta sin haber estudiado de forma rigurosa el último siglo de la historia de su país.

Democracia frente a dictadura: los datos del CIS

A pesar del repunte de visiones favorables, el estudio del CIS muestra una mayoría contundente: el 74,6% de los españoles considera que la democracia es mejor o mucho mejor que la dictadura. Solo un 17,3% cree que es peor o mucho peor. La memoria democrática parece resistir, aunque el informe deja clara la necesidad de reforzar la educación histórica para evitar que los mitos se impongan al conocimiento.