Karina Vagradova
Artista plástica
Siempre me hago esta pregunta: ¿Cómo se percibe el proceso creativo desde fuera, por la gente que no se dedica al arte y que nunca ha pintado un cuadro? La relación entre el autor y su obra puede ser de lo más compleja. Pero seguro que no se trata solo de conseguir un producto comercial ‘estéticamente aceptable’, resultado de una habilidad, de la ejecución correcta de la técnica aprendida. Pintar, tallar, dibujar, en definitiva crear arte, para mí es como construir un mundo nuevo o construir el mundo de nuevo, a partir de cero, con mi propia manera de ver de sentir, ‘dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas’… Es la aventura de desafiar mi ego, sacar afuera todo lo bueno y malo que hay en mí, morir y renacer. Es una gran entrega de energía, mental, física, espiritual y también una poderosa terapia… Si, de acuerdo, los artistas somos conscientes de que no creamos bienes imprescindibles. La pintura no es una necesidad básica para sobrevivir, pero espero que a estas alturas poca gente dude de su monumental importancia. El arte y sobre todo el arte contemporáneo, a pesar de no ser objeto de primera necesidad tiene un valor incalculable precisamente porque deja de ser un objeto, deja de tener puramente valor material, es ahora sobre todo el portador de esta energía creadora, de ideas, sentimientos y aspiraciones, del alma y genio del artista. Más que un objeto o una cosa en sí, es un acto que se extiende en el espacio y tiempo más allá de sus límites visibles, es un acontecimiento en el que interactúan el artista y el espectador, es la comunicación abierta y expansiva, consciente e inconsciente, que trasciende lo superficial y tiene la capacidad de transformarlo todo a su alrededor, transformar el mundo.
El lunes, 15 de septiembre, a las 19:00 horas, los 65 ‘Artistas valencianos con el Sáhara’ ofrecen sus obras para la exposición y la subasta en la Universitat de la Nau de Valencia. ¿Qué significa para los artistas participar en esta subasta solidaria, cuyas recaudaciones se destinarán íntegramente al proyecto de los huertos, llevado por la Asociación de Solidaridad con el pueblo Saharaui? Aquí nos responden algunos de ellos.
Carmen Ibarra: “La situación del Sahara es un ejemplo más de las nefastas políticas internacionales en las que priman estrategias económicas que se anteponen a los intereses sociales de la población. El pueblo saharaui depende de las ayudas humanitarias que ya ni siquiera llegan debido a la crisis económica occidental.
Desde esta iniciativa solidaria, ‘artistas valencianos con el Sahara’, pretendemos recaudar fondos para ayudar a este pueblo que vive dividido, en permanente lucha y pobreza, pero sobre todo, lo que pretendemos los artistas es lanzar un grito para que este conflicto no se olvide, para presionar a la política internacional para que encuentre una solución.
Carmen García: “Participar en esta muestra supone una gran satisfacción para mí por diversos motivos. En primer lugar, considero que cualquier iniciativa que sea aprovechada para poner de manifiesto la injusta situación a la que los saharauis están sometidos desde hace casi cuarenta años, posee una gran relevancia.
Por otra parte, el proyecto al que se destinan los fondos recaudados es un sueño hecho realidad: huertos en el desierto, en la hamada, ese lugar árido y estéril de donde podría parecer imposible crear vida. Pero gracias al tesón y al esfuerzo de algunas personas, se está llevando a cabo un proyecto cuyo resultado es una enorme mejoría en las condiciones de vida de los habitantes de los campamentos.
Por último, debo decir que el pueblo saharaui forma, desde hace muchos años, parte de mi vida: niñas que han pasado los veranos en casa y considero de mi familia, grandes amistades cosechadas a lo largo de los años, viajes a los campamentos, asistencia a numerosas manifestaciones o la colaboración con el taller de cerámica de El Aaiún. Estas son algunas de las formas en que el pueblo saharaui está presente en mi vida, un pueblo amable y hospitalario del que siempre he recibido mucho más de lo entregado”.
Por mi parte, y creo que puedo decirlo en nombre de todos los artistas participantes, tan diferentes entre sí, pero unidos por el tema saharaui: estamos entusiasmados de participar en esta exposición/subasta y tenemos mucha ilusión con el proyecto, porque creemos en el y porque le proporciona más sentido a nuestra obra, a nuestra vida, nos aporta fuerzas y ánimo a seguir creando. Y para el público, sin duda, esta será una gran oportunidad de adquirir exclusivas obras de arte, poder disfrutar de ellas y de la satisfacción personal de estar colaborando con una gran causa.
Recordando las palabras del filósofo J. A. Marina, el fin último del arte contemporáneo no es crear belleza, sino libertad. Nuestras obras están cumpliendo con el propósito. No son solo objetos hermosos que agradan a la gente, embellecen los interiores y espacios públicos, no lo olvidéis: son los símbolos de nuestros valores, de la voluntad y la entrega, los promotores del cambio, que, con vuestra participación, salvará vidas, contribuirá a la dignidad, la libertad y la independencia del pueblo saharaui.
Algunas obras participantes: