Uno de los factores fundamentales para gozar de una buena salud es no fumar, pero si a pesar de tus intentos no consigues abandonar el hábito, hay un consuelo para ti: investigadores de la Universidad de Alicante han demostrado que existen catalizadores capaces de reducir a la tercera parte la toxicidad de los humos del tabaco.
La nicotina y el alquitrán de cada cigarrillo puede llegar a disminuir en más del 70%, el monóxido de carbono se reduce en torno a un 30% y otros agentes tóxicos desaparecen en su totalidad, según ha probado el equipo de investigación liderado por el catedrático de Ingeniería Química Antonio Marcilla, que goza para su proyecto de la ayuda del programa Prometeo concedida por la Generalitat.
El material que actúa de catalizador es un producto inorgánico no tóxico, de composición elemental similar a la sílice, y con un coste de elaboración asumible. Ni el aroma y ni el sabor del tabaco varían, pero la persona que se fuma un paquete con el producto inhalaría sólo el equivalente a los compuestos tóxicos de cinco o seis cigarros y el humo también sería menos perjudicial para los fumadores pasivos.
Marcilla lleva nueve años estudiando el tabaco junto con otros siete colaboradores, catedráticos, profesores titulares de la Universidad de Alicante y técnicos de investigación. Después de desarrollar los catalizadores y estudiar los aditivos del tabaco, el equipo ha probado cómo ambos interactúan en este nuevo proyecto llevado a cabo gracias al programa Prometeo.
La idea de reorientar su andadura investigadora al tabaco surgió a raíz de los resultados de estudiar el efecto de los catalizadores en el humo producido en la combustión de otros materiales, como la madera y los plásticos. Ahora saben que los efectos de los agentes nocivos del tabaco se reducen considerablemente, por eso pretenden comercializar el producto, que han patentado en España y Europa.
En la primera fase del proyecto, el equipo analizó el efecto de los catalizadores en el humo que produce la combustión de un tabaco de referencia que elabora la Universidad de Kentucky. Posteriormente, aplicaron su invento a los cigarrillos que se encuentran en el mercado, diez marcas comerciales de tabaco preparado y once marcas comerciales de tabaco de liar.
Los valores varían en función de la marca, porque los efectos de los catalizadores están condicionados por las particularidades de cada tabaco, pero los resultados se mueven siempre en rangos excelentes, por lo que finalmente Antonio Marcilla se ha puesto en contacto con las grandes empresas productoras de tabaco.
Ya han mostrado interés dos multinacionales, una distribuidora de cigarrillos y otra de tabaco de liar, aunque los químicos de la Universidad de Alicante también estudian la posibilidad de lanzar el producto al mercado de forma independiente para que los fumadores de tabaco de liar puedan añadirlo a sus cigarrillos. En cómo comercializar los catalizadores trabaja ahora este grupo de investigación.
El programa Prometeo
El objetivo del programa Prometeo es identificar, respaldar y potenciar grupos de I+D de excelencia en la Comunitat Valenciana. En la presente legislatura, y a través de la Conselleria de Educación, la Generalitat ha aprobado 160 programas con un gasto total de 47,1 millones de euros.
La carrera investigadora de Marcilla es dilatada, y es que para optar a las ayudas del programa Prometeo, la Comisión Nacional de Evaluación de la Actividad Investigadora debe haber evaluado positivamente al menos en tres ocasiones la aportación científica que el candidato realiza cada seis años.
Otra posibilidad para poder optar a las becas Prometeo es haber finalizado como investigador principal al menos tres proyectos de I+D del plan nacional o de programas marco de la UE. Además, los miembros del grupo de investigación deben presentar una media de dos tramos de evaluación positiva del CNEAI o haber realizado dos de los proyectos mencionados.
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