Valencia Noticias | Redacción.- Muchas de las personas que preguntan sobre sus pesadillas en realidad sufren parálisis del sueño.
Durante la parálisis del sueño la persona está despierta, pero no se puede mover. También son habituales las alucinaciones visuales, táctiles y auditivas.
A lo largo de la historia este trastorno se ha achacado a fantasmas, brujas, extraterrestres y seres mitológicos.
Fantasmas, duendes, abducciones… ¿Podría ser que detrás de muchas de estas experiencias se oculte un mismo trastorno?
Según un análisis de Saluspot, la comunidad online interactiva de salud donde resolver gratis dudas en Internet con profesionales médicos, la mayor parte de los usuarios que realiza consultas sobre sus pesadillas, en realidad describen los síntomas de una parálisis del sueño, un trastorno que afecta un alto porcentaje de la población.
La parálisis del sueño se caracteriza por “una incapacidad transitoria, generalizada y completa de moverse y hablar durante la transición de la vigilia al sueño ( al adormecerse) o del sueño a la vigilia (al despertarse) a pesar de estar despierto”, tal y como explica el Dr. Esteban Eduardo de Vicente, neurofisólogo experto en trastornos del sueño y director médico de la Clínica Alevia.
“Es sin duda una situación desagradable y más cuando se asocia a una sensación de dificultad respiratoria o a alucinaciones (táctiles visuales o auditivas). Dura varios segundos o minutos y suele ceder espontáneamente o al ser tocado”, añade el doctor de Vicente.
A lo largo de la historia, el fenómeno de los “visitantes de dormitorio o alcoba” se ha asociado a estos síntomas. La sensación de que vemos, escuchamos o sentimos a una presencia que está en nuestro dormitorio, está ampliamente recogida por la literatura y la mitología de diversos países del mundo, y ha recibido todo tipo de explicaciones “paranormales”.
En la Edad Media, se señalaba a los íncubos y súcubos, como los culpables de alterar el sueño de los europeos. Se creía que estos demonios succionaban la energía de las personas durante la noche y podían incluso causarles la muerte. Durante el ataque, las víctimas quedaban paralizadas y sentían gran sensación de asfixia. A los íncubos (el demonio macho) se le culpaba también de numerosos embarazos inesperados.
Seres parecidos han existido en culturas muy diversas. En México, se dice que la parálisis del sueño es el espíritu de una persona fallecida que toma a la persona que está durmiendo. A esto se refieren con la expresión “se me subió el muerto”. Parecida explicación le atribuyen en China, donde a la parálisis del sueño se le llama gu yā shēn, que significa “cuerpo presionado por un fantasma”. En Jamaica dicen que “la bruja cabalga sobre mí”.
En Chile, la mitología Chiloé habla del trauco, un ser que guarda gran similitud con el Íncubo europeo. En Ecuador, un ser de similares características llamado el tintin visitaba a las mujeres de noche, muy parecido al Mohán de Colombia. A todos ellos se les atribuye también la violación de mujeres que duermen. Ya en la segunda mitad del siglo XX, algunas personas han asociado la parálisis de sueño y sus alucinaciones con las abducciones alienígenas.
Aunque muchas personas lo confunden con una pesadilla, el Dr. Esteban Eduardo de Vicente es contundente “no tienen nada que ver”. Y es que, según aclara, mientras que las pesadillas son “contenidos desagradables, angustiosos o terroríficos” la parálisis del sueño es “una atonía de los músculos del cuerpo generalizada a excepción del diafragma y músculos estriados oculares” que tiene lugar cuando una persona está despierta, ya sea al despertarse o al acostarse.
Este trastorno se origina durante la fase REM, etapa del sueño en la que el metabolismo es más lento y ritmo cardíaco, presión arterial y frecuencia respiratoria se reducen. Durante esta fase del sueño se producen también erecciones del pene o del clítoris, lo que podría explicar por qué los seres mitológicos a los que históricamente se ha asociado la parálisis del sueño, suelen tener un componente sexual.
Sin embargo, el doctor de Vicente se muestra tranquilizador, “las parálisis del sueño aisladas son benignas y aparecen en la población sana especialmente en sujetos privados de sueño por cualquier motivo ( sueño insuficiente, alteraciones del ritmo circadiano, trabajadores por turnos) o sin precipitante al dormirse y despertarse”.