“Italia no se deja intimidar”, declaró el ministro de Relaciones Exteriores Paolo Gentiloni. Las primeras investigaciones apuntan a un artefacto colocado en un auto cerca del edificio y activado a distancia
Una persona murió y otras cuatro resultaron heridas el sábado en un atentado contra el consulado italiano en El Cairo, que destruyó parcialmente la fachada del edificio, según las autoridades.
Un portavoz del ministerio de Salud, Hosam Abdel Ghafar, facilitó a la agencia de noticias AFP el balance de víctimas, sin poder precisar si el muerto era un civil o un policía.
Roma indicó por su parte que no había ninguna víctima italiana al tiempo que dijo que no se dejaría “intimidar” por este ataque.
“Bomba contra nuestro consulado en El Cairo, no hay víctimas italianas. Estamos junto a las personas afectadas y nuestro personal. Italia no se deja intimidar“, declaró el ministro italiano de Relaciones Exteriores, Paolo Gentiloni, en Twitter.
Fuentes médicas interrogadas por AFP habían indicado anteriormente que dos policías apostados delante del consulado y tres transeúntes habían resultado heridos por la explosión.
Un responsable de seguridad indicó a la agencia de prensa oficial Mena que las primeras investigaciones apuntan a una “bomba, colocada por desconocidos en un auto estacionado cerca del consulado y activado a distancia”.
La explosión se produjo a las 06H30 (04H30 GMT), cuando el consulado estaba cerrado.
Una parte de la fachada del consulado se derrumbó, mientras que en los alrededores estaban esparcidos los restos de un auto, constató un periodista de la AFP.
Desde que el ejército derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi en 2013, los atentados yihadistas se multiplicaron en el país.
Estos ataques suelen tener como blanco las fuerzas del orden y son reivindicados por grupos que afirman actuar en represalia por la sangrienta represión de las autoridades contra los partidarios de Mursi.
Los atentados más mortíferos tienen lugar en el norte de la península del Sinaí, donde está presente el brazo egipcio del grupo Estado Islámico.
Pero El Cairo y las ciudades del Delta del Nilo tampoco están al margen de estos ataques, que mataron a centenares de policías y soldados.