Sonia Martinez es el nombre de la joven de 24 años que ejerce, con orgullo, el cargo de Dulcinea de la Casa de Castilla-La Mancha en Valencia.
Hoy en el día de la comunidad autónoma habla sobre sus vivencias personales sobre como es la cara de una de las casas regionales de la capital de la Comunidad Valenciana. Ella es la imagen de la casa en Valencia junto con su dos damas: Helena Ramirez y Alicia López, oriundas del municipio conquense de Castejón.
Médico de profesión en el departamento de Cirugia General del Hospital de la Ribera de Alzira ha llegado hace pocas semanas de la India donde ha permanecido una temporada colaborando con las Hermanas de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta. Una experiencia que le ha dado un giro a su visión sobre la forma de ver la vida y de cómo viven en otros lugares.
¨ Me ha cambiado la forma de ver la vida. Cada vivencia allí es mucho más importante. Son personas muy agradecidas. Nosotros acudimos a colaborar y luego cuando vuelves a España, a Valencia, y ves todo el giro que da, es increíble. La sonrisa de los más pequeños, de los niños, es lo que más me llenaba¨, comentó.
Ella participa activamente en el grupo cristiano del Itinerario Diocesano de su parroquia, Jesús Maestro, en el barrio de Monteolivete y explicó a quienes acudieron a una charla todos sus sentimientos y vivencias de su estancia en Calcuta. Y lo tiene muy claro. Quiere volver, cuando pueda, para continuar ayudando a los demás.
Amante de la lectura
Sonia es una joven amante de la literatura y amiga de sus amigos. Tiene las ideas muy claras y es contraria al fenómeno de botellón por considerarlo que ¨no es la solución. Creo que existen otras alternativas¨, explicaba mientras se alejaba de la sala donde se celebraba la entrevista a clase de sevillanas en una de las dependencias de la casa castellano manchega.
Ella se apuntó a la casa por sus padres y también como consecuencia de la amistad con otro componentes jóvenes de la casa y al final se quedó. Le gustó el ambiente reinante en el edificio de la calle Luis Santángel donde está el local de una casa fundada allá por 1928.
La Dulcinea participa son todos los organizados por la casa junto con sus dos damas, como en las reuniones con otras casas manchegas de la zona metropolitana de Valencia, como los de Xirivella, Torrent, Quart, Barrio del Cristo de Aldaia o de Alzira; en la Ofrenda de Flores y en la Recepción del Ayuntamiento de Valencia en Fallas, en donde departe tanto ella como otras reinas con las Falleras Mayores de Valencia y a finales de julio participará en el centenario festejo de la Batalla de Flores.
Ella cree que las casas aún tienen mucha razón de existir porque siendo siendo un centro de reunión de quienes en su día emigraron de tierras castellano-manchegas pero también hoy en día son también un brazo de la comunidad autonóma y deben y deberían ser un foco de atracción turística.
Sonia participó en la jornada de convivencia que celebra la federación de casas regionales en Benetusser y sigue creyendo en que la hermandad debe imperar en estos centros regionales olvidados, en ocasiones, de la comunidad donde están pero muy tenidos en cuenta por las de procedencia, o sea la Junta de Comunidades.
Ella espera que junto a otro grupo de jóvenes pueda emprender un proyecto de conocer desde la casa las tierras manchegas o de conocerlas. ¨He estado en Motilla del Palancar, en Toledo, Guadalajara, Castejón pero me falta tanto por visitar de Castilla-La Mancha. Creo que sigue siendo una tierra por descubrir¨, comentó.
VLCCiudad/Paco Varea