Índice de contenidos
La ciudad inaugura un monolito en memoria de la reina Violant de Hungría, figura clave en los albores del Reino de València, como símbolo de justicia histórica y reconocimiento al papel de las mujeres en la construcción de la sociedad valenciana.
Una reina en la sombra, finalmente a la luz
En un gesto cargado de simbolismo y justicia histórica, la ciudad de Valencia ha rendido homenaje a una de las figuras femeninas más influyentes pero también más olvidadas de su historia: Violant d’Hongria. La alcaldesa María José Catalá ha inaugurado este martes un monolito en el distrito de Campanar dedicado a la reina, reconociendo su papel decisivo en la consolidación del Reino de València durante el siglo XIII.


El acto, celebrado en la zona ajardinada del parque que linda con la calle que lleva su nombre, ha reunido a representantes institucionales, diplomáticos y vecinos, en un ambiente cargado de emoción y reivindicación histórica.
“No fue una mera consorte. Violant fue una mujer inteligente, valiente y comprometida, que supo ejercer influencia en momentos clave de nuestra historia”, señaló Catalá, destacando que este reconocimiento es también “un tributo a todas las mujeres que han forjado esta ciudad con su esfuerzo y visión”.
El monolito: símbolo de memoria, cultura y hermandad
La pieza conmemorativa, promovida y donada por la Fundación Goerlich, ha sido diseñada por los arquitectos Alejandro Moreno Ruiz y Pablo Muñoz Vázquez. Con unas medidas de 75 cm de altura, 50 cm de profundidad y 120 cm de ancho, se levanta sobre dos prismas rectangulares que conforman su base. Tallado en piedra caliza, el monolito lleva inscrita la frase “Valencia a su reina Violante de Hungría”, acompañada por los escudos de València y de Hungría.
“Este monumento es mucho más que una obra arquitectónica: es un recordatorio permanente de la herencia cultural que compartimos con Hungría y del valor de una figura femenina que ha sido injustamente relegada al olvido”, explicó Andrés Goerlich, presidente de la fundación que lleva su apellido y principal impulsor de la iniciativa.
Un puente cultural entre Valencia y Hungría
La relevancia de este acto no solo radica en la recuperación de una figura histórica, sino también en el refuerzo de los lazos culturales entre España y Hungría. En la ceremonia participaron la embajadora de Hungría en España, Katalin Toth, y el cónsul general, Balazs Taroczy, quienes recordaron a Violant como un “símbolo de unión entre ambos pueblos”.
“Esta reina no solo conectó dos reinos medievales, sino que, ocho siglos después, sigue siendo un puente de hermandad cultural, económica y social entre nuestras naciones”, expresó la embajadora húngara.
El acto se enmarca dentro de una serie de eventos que buscan visibilizar el papel de mujeres destacadas en la historia de Valencia, en un esfuerzo por reescribir la narrativa histórica desde una perspectiva más inclusiva y equitativa.
Campanar, testigo de la memoria
El distrito de Campanar se convierte así en un nuevo punto de referencia para la memoria histórica de la ciudad. La elección del emplazamiento no es casual: se trata de un barrio con fuerte identidad, donde conviven tradición y modernidad, y donde los vecinos han acogido la iniciativa con entusiasmo.
“Es un orgullo para nosotros que se haya elegido esta zona para recordar a una mujer tan importante. Ya era hora de que se le diera visibilidad a figuras femeninas en la historia de Valencia”, comentó Amparo Ruiz, vecina del barrio y testigo del acto.
Una historia silenciada que resurge
Violant d’Hongria fue mucho más que la esposa del rey Jaume I. Historiadores coinciden en que su influencia en decisiones políticas y diplomáticas fue determinante para la consolidación del Reino de València como entidad próspera y estable. Fue mediadora, consejera y promotora del intercambio cultural y económico con otros territorios europeos.
“Durante siglos, el relato oficial ha estado dominado por figuras masculinas. Este homenaje no solo reivindica a Violant, sino que nos invita a replantearnos cuántas otras mujeres han sido silenciadas por la historia”, reflexionó la alcaldesa.
La memoria como herramienta de transformación
Más allá del acto protocolario, el homenaje a Violant d’Hongria invita a una reflexión colectiva sobre cómo la memoria histórica puede contribuir a transformar el presente. La visibilización de figuras femeninas es también una forma de educar y construir referentes para las generaciones futuras.
“Que los niños y niñas que juegan en este parque puedan leer su nombre y preguntarse quién fue, es ya un pequeño triunfo de la historia y de la igualdad”, apuntó uno de los asistentes al evento.
Un paso hacia una Valencia más justa
La ceremonia concluyó con un mensaje claro por parte del Ayuntamiento: este es solo el inicio de una estrategia más amplia para rescatar del olvido a otras figuras femeninas que han sido claves en la historia de Valencia.
Catalá cerró su intervención con una frase que resume el espíritu del acto: “Una ciudad que honra su historia, que recuerda a quienes la construyeron, es una ciudad que se respeta y se fortalece a sí misma”.