Casi el 94% de este continente, descubierto en 2017, está sumergido bajo el océano. Un hallazgo que redefine nuestra comprensión de la geología y de cómo los continentes evolucionaron desde el supercontinente Gondwana.
Durante siglos, los exploradores y científicos han soñado con descubrir tierras desconocidas. Uno de esos sueños fue el de la “Terra Australis”, una mítica masa de tierra que supuestamente equilibraba los continentes del hemisferio norte. Aunque Abel Tasman, el explorador holandés que da nombre a Tasmania, nunca logró encontrar esa tierra prometida en el siglo XVII, su búsqueda ha resultado no ser del todo en vano.
En 2017, los geólogos del instituto GNS Science, en Nueva Zelanda, confirmaron la existencia de un nuevo continente sumergido llamado Zealandia, o Te Riu-a-Māui en maorí. Con una superficie estimada de 4,9 millones de kilómetros cuadrados, Zealandia redefine lo que creíamos saber sobre los continentes y la historia geológica de la Tierra.
El origen de Zealandia: un fragmento de Gondwana
Hace aproximadamente 500 millones de años, Zealandia formaba parte del supercontinente Gondwana, una enorme masa de tierra que incluía lo que hoy conocemos como Antártida, Australia, África, Sudamérica e India. Sin embargo, hace unos 105 millones de años, Zealandia comenzó a separarse de Gondwana debido a procesos tectónicos que aún no se comprenden del todo.
Lo que hace único a Zealandia es que, aunque tiene una masa continental considerable, el 94% de su superficie está sumergida bajo el Océano Pacífico, dejando visibles solo unas pocas islas, como Nueva Zelanda y Nueva Caledonia. Esto explica por qué tardó tanto en ser identificado como un continente separado.
¿Qué define a un continente?
Para ser considerado un continente, una masa de tierra debe cumplir ciertos criterios geológicos:
- Tener una elevación significativa sobre el fondo oceánico.
- Tener una geología diferenciada, distinta de la corteza oceánica que la rodea.
- Ser suficientemente grande.
- Tener una corteza terrestre más gruesa y menos densa que la oceánica.
Zealandia cumple con todos estos requisitos, según el estudio publicado en 2017, lo que lo convierte en el octavo continente de la Tierra.
Un hallazgo que cambió nuestra percepción del mundo
Andy Tulloch, uno de los geólogos que lideró el estudio, comentó que Zealandia es un ejemplo de cómo algo “muy obvio puede tardar en revelarse”. A pesar de sus dimensiones impresionantes, su ubicación bajo el agua hizo que pasara desapercibido durante siglos.
El descubrimiento de Zealandia también desafía la idea tradicional de los continentes como masas de tierra predominantemente emergidas. En su caso, solo una pequeña fracción está por encima del nivel del mar, lo que incluye islas como Nueva Zelanda, que representa la parte más visible de este continente sumergido.
Zealandia: Una ventana al pasado geológico
El estudio de Zealandia no solo tiene implicaciones para la geografía actual, sino que también ayuda a entender cómo los continentes han evolucionado a lo largo de la historia de la Tierra. Este continente ofrece una oportunidad única para investigar cómo las placas tectónicas interactúan y cómo se formaron los supercontinentes como Gondwana.
Además, Zealandia podría proporcionar pistas sobre la distribución de recursos naturales como minerales y petróleo, así como sobre los ecosistemas que existieron antes de que el continente se sumergiera.
¿Por qué tardamos tanto en descubrir Zealandia?
El retraso en la identificación de Zealandia como un continente tiene varias explicaciones:
- Su naturaleza sumergida: A diferencia de otros continentes, la mayor parte de Zealandia está oculta bajo el agua, lo que lo hace difícil de estudiar con métodos geológicos tradicionales.
- Acceso limitado: Hasta hace poco, las tecnologías para explorar el fondo marino y mapear la corteza terrestre eran limitadas.
- Desafíos conceptuales: La idea de que un continente pueda estar casi completamente sumergido no encajaba con las definiciones tradicionales de continente.
El impacto del descubrimiento
El reconocimiento de Zealandia como continente tiene un impacto significativo en diversas áreas:
- Geología: Redefine la estructura del fondo oceánico y el conocimiento de los procesos tectónicos.
- Historia natural: Ofrece información sobre cómo se distribuyeron las especies en Gondwana y cómo evolucionaron tras la fragmentación del supercontinente.
- Política y recursos: La delimitación de Zealandia podría influir en los derechos sobre recursos naturales en el Pacífico Sur.
Un continente que sigue revelando secretos
Aunque el descubrimiento de Zealandia fue anunciado en 2017, los estudios sobre este continente están lejos de completarse. Geólogos y científicos marinos continúan explorando sus características, buscando entender no solo cómo se formó, sino también cómo interactuó con los cambios climáticos y tectónicos a lo largo de millones de años.
El hallazgo de Zealandia es un recordatorio de que el planeta Tierra todavía guarda misterios por desvelar y que nuestras percepciones sobre el mundo que habitamos pueden cambiar con cada nuevo descubrimiento.
¿Crees que aún hay otros “continentes” por descubrir bajo el océano? ¿Qué impacto podrían tener estos hallazgos en la forma en que entendemos la Tierra?