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Índice de contenidos
Introducción
La Federación Vecinal de Valencia ha expresado su apoyo a la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad, una medida enfocada en mitigar los efectos del cambio climático y mejorar la calidad del aire. Esta organización ciudadana también ha reclamado una planificación urbana más resiliente que prepare a la ciudad frente a fenómenos extremos como las inundaciones. En este contexto, la Federación pone sobre la mesa propuestas para rediseñar el urbanismo de Valencia, en una visión que conjuga sostenibilidad, seguridad y participación ciudadana.
1. Apoyo vecinal a la Zona de Bajas Emisiones en Valencia
Desde la Federación Vecinal de Valencia han manifestado su respaldo a la implantación de la Zona de Bajas Emisiones, una iniciativa que consideran esencial para adaptar la ciudad a los retos ambientales actuales. Según la entidad, limitar el acceso de vehículos altamente contaminantes al centro urbano no solo contribuye a reducir la huella de carbono, sino que también mejora la calidad de vida de los residentes al minimizar el ruido, los gases tóxicos y las partículas en suspensión.
1.1. Una oportunidad para transformar la ciudad
La Federación valora la ZBE no como una restricción aislada, sino como un paso más dentro de una transformación urbana más amplia que priorice al peatón, la bicicleta y el transporte público. Además, insisten en que un entorno con menos vehículos privados favorece el comercio local y genera espacios públicos más habitables.
- Mejora de la calidad del aire y reducción de emisiones contaminantes
- Espacios más seguros y accesibles para peatones y ciclistas
- Impulso al comercio local mediante la revalorización del entorno urbano
2. Urbanismo resiliente: una necesidad frente a las inundaciones
Más allá del tráfico y la movilidad, la Federación Vecinal de Valencia ha puesto el foco en la necesidad urgente de un urbanismo adaptado a fenómenos climáticos extremos. Las recientes lluvias torrenciales han evidenciado las debilidades de varios puntos neurálgicos de la ciudad frente al riesgo de inundaciones, como ha ocurrido en zonas como Nazaret, Natzaret-Moreras y el entorno del nuevo barrio del Grao.
2.1. Redistribución urbana y drenajes eficientes
La entidad reclama una revisión profunda del planeamiento urbano actual con el objetivo de hacerlo más resiliente ante eventos climáticos extremos. Esta transformación incluye mejorar los sistemas de drenaje, incorporar infraestructuras verdes y reconsiderar los usos del suelo en zonas inundables.
- Revisión urgente de las zonas de riesgo como Nazaret y Moreras
- Diseño de infraestructuras verdes que absorban el agua de lluvia
- Fomento de superficies permeables frente a grandes asfaltados
- Integrar la resiliencia como criterio esencial en el planeamiento
3. Participación ciudadana: elemento clave en la transformación urbana
Uno de los aspectos subrayados por la Federación Vecinal es la necesidad de que los vecinos y vecinas tengan un papel protagonista en el diseño de la ciudad del futuro. Consideran fundamental que las administraciones consulten y escuchen a los barrios más afectados por los cambios en movilidad y urbanismo.
3.1. Reivindican una movilidad sostenible y equitativa
El colectivo vecinal no solo apoya las medidas contra la contaminación, sino que también exige que estas sean equilibradas y tengan en cuenta las realidades sociales de cada barrio. Por ejemplo, piden que se garantice un buen servicio de transporte público antes de establecer restricciones a la circulación, para no castigar a los residentes con menos recursos.
- Accesibilidad garantizada al transporte público en todos los barrios
- Medidas inclusivas para evitar la gentrificación
- Políticas urbanas con visión de justicia social
4. Urgen medidas integradas y sostenidas por las instituciones
La Federación ha pedido a las autoridades locales, especialmente al Ayuntamiento de Valencia, que no se limite a reaccionar ante crisis climáticas, sino que actúe de manera proactiva. En este sentido, solicita políticas estables y coordinadas, tanto a nivel local como autonómico, que impulsen cambios estructurales en el urbanismo y la movilidad.
4.1. El riesgo de abandonar medidas necesarias por presiones políticas
Ante posibles retrocesos en iniciativas como la ZBE por parte del actual gobierno municipal, el colectivo vecinal ha advertido que “cambiar de política por miedo al coste electoral sería irresponsable”. Insisten en que las decisiones deben basarse en criterios técnicos, ambientales y de justicia social, más allá de intereses partidistas o coyunturales.
- Compromiso institucional con el largo plazo
- Evitar políticas regresivas en materia de sostenibilidad
- Fomentar marcos normativos estables con visión de futuro
Conclusión
La Federación Vecinal de Valencia se posiciona como un actor clave en la defensa de una ciudad más verde, saludable y segura. Su respaldo a la Zona de Bajas Emisiones y su llamado a un urbanismo resiliente son reflejo de una ciudadanía comprometida con los grandes retos de nuestro tiempo. En un contexto de emergencia climática, sus propuestas invitan a repensar el modelo de ciudad priorizando la calidad de vida, la sostenibilidad y la equidad. En definitiva, estos aportes enriquecen el debate sobre el futuro urbano de Valencia y marcan una ruta hacia un modelo más justo y eficiente.
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