El recuerdo de episodios de lluvia torrencial en meses de septiembre, octubre o noviembre de otros años (causantes en demasiados casos de trágicas muertes y de irreversibles destrozos en los enseres de muchas personas) nos hace plantearnos, a estas alturas, una persistente pregunta: ¿Tendremos «gota fría» este año?
En primer lugar, merece la pena dedicar unas líneas a explicar qué es una «gota fría», lo cual nos ayudará a comprender hasta qué punto es complicado que tal fenómeno se produzca.
Una «gota fría» en lo que a la Comunidad Valenciana se refiere -denominada científicamente como «depresión aislada en níveles altos», y referida siempre por sus siglas, «DANA»- es la combinación de los siguientes tres factores:
1. Una temperatura en la superficie del Mediterráneo suficientemente alta (por encima de los 22ºC)
2. La formación a nivel del mar (0 metros para entendernos) de una borrasca en el extremo sur de la península Ibérica, que impulse vientos del este sobre la Comunidad Valenciana, a ser posible, con mucho recorrido sobre el Mediterráneo antes de llegar a las costas valencianas.
3. La existencia en capas medias o/y altas de la atmósfera (a varios miles de metros sobre el mar) de una zona aislada de aire bastante más frío que el de su entorno, situado (no vale que esté en cualquier sitio) en el área del estrecho de Gibraltar o del golfo de Cádiz.
Estas tres condiciones que acabo de exponer se han de dar simultáneamente. Si no es así, no hay «gota fría». No es necesario saber demasiado de meteorología para suponer que es muy difícil que estas tres condiciones, que además -insisto- han de producirse simultáneamente.
Cuando se dan las tres, lo que ocurre, es que se forman potentes nubes sobre toda la fachada mediterránea -impulsadas por el contraste de los más de veinte grados centígrados sobre el Mediterráneo y los quince o veinte sobre bajo cero del embolsamiento de aire frío en capas altas- que desencadenan precipitaciones intensísimas por donde pasan.
No obstante, mi impresión -y aquí me voy a «mojar»- es que este año sí puede que se dé esta situación, pues a la condición 1 de las expuestas (la de la temperatura elevada del mar), que sí se da, se viene observando una cierta tendencia a que se sumen las otras dos. De hecho, a día de hoy, hay aire frío en altura sobre la penínsila Ibérica (sólo que no está organizado como describo en la condición 3) y también hay una muy ligera borrasca al suroeste de España.
Vamos, que puede decirse que a poco que se haga más profunda la borrasca del suroeste de España y que se organice el aire frío que ya tenemos en altura, las lluvias intensas están garantizadas. Yo creo que tal situación puede darse a finales de mes o inicios de Octubre, pero esto es «tirarse» a la piscina sin saber si hay «agua», así que relativizad un poco este pronóstico y quedaos de este artículo con lo que hayáis podido aprender acerca de lo que es ese fenómeno que llamamos «gota fría».
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