Gourmet, empresa de productos cárnicos que comercializa las marcas ‘Picken’ y ‘La Cuina’, organizó una divertida presentación de sus nuevos productos en lo que emulaba ser el viaje de los alimentos de la huerta a la mesa, pasando por el laboratorio. De la mano de ‘La cuina furtiva’ -grupo de catering que relaciona la gastronomía con la cultura y el ocio- los asistentes pudieron descubrir (en forma de juego y cata de patés) el proceso de los alimentos.
El entorno en el que se desarrolló el original encuentro es una alquería valenciana instalada en la huerta y al evento asistieron más de 30 periodistas de medios especializados guiados por el director general de la empresa Jaime Álvarez.
En un primer ambiente, en el de la terraza cercana a l’horta, pudieron descubrir las propiedades organolépticas de sus patés vegetales y fiambres: montadito de aceituna con flor de brócoli, chupito de champiñón, montadito de hummus y lentejas, berenjena con hummus, calabacín con pollo, brocheta de cabeza de jabalí con manzana y ciruela y brocheta de cherry con uva y pollo al horno. En el segundo ambiente se celebró una divertida cata de patés entre los que se encontraban el de centollo, pimienta, setas del bosque, pato, champagne…, los periodistas tuvieron que puntuar sus propiedades de aroma, sabor, olor, etc y descubrir su origen. Ya en la mesa, los comensales degustaron unos canelones de pescado, manzana y crema de queso azul con espinacas. De postre, las frutas de la huerta y gelatina de mistela y de carajillo.
Itinerario detallado
La idea de La cuina furtiva era acompañar al alimento desde su confortable posición en la tierra hasta la mesa del comedor de una familia, a través de pequeñas escenografías cotidianas. Un viaje en grupo, guiado por tres anfitriones de Gourmet que conocen bien el camino, que saben explicarlo y permiten que el viajero disfrute con el proceso. Fue un traslado físico y conceptual.
Todo empieza en la huerta. Allí se recoge el alimento virgen, bajo el sol. La huerta es un mapa de fracciones irregulares perfectamente ordenadas en cada interior, de una forma parecida a como se organizan las células en el cuerpo humano. De modo que la primera parada del viaje fue una mesa al aire libre donde había instalado un servicio buffet de aperitivos fríos que dibujan una huerta. Se utilizaron la gama de los patés vegetales y los fiambres más selectos, combinados con panes, frutas y verduras. La materia primera estuvo presente de forma comestible, o no. En la huerta habrían también ingredientes de origen animal, porque los hay en la huerta valenciana. Fue una mesa de comida, de concepto y de juego.
Tras la huerta, el laboratorio. El grupo se trasladó al mundo I+D+I. Probetas, paletinas, objetos de plástico transparente que contienen muestras. Texturas diferentes del mismo producto, combinaciones, aplicación de calor y frío…. recursos de transformación en un contexto de pruebas y experimentos. La segunda mesa es un contexto de ensayos: es una cata. Los productos de prueba fue con diversos patés, una amplia gama. Los catadores siguen un procedimiento de actividad durante el cual experimentan, comen y escriben sus impresiones en una ficha.
Y por último, el comedor de casa. Se realizó bajo una mesa tradicional. Servía el anfitrión. El plato principal se comió sentado, con vino, en un ambiente doméstico y familiar. fue el final del viaje, los comensales ya llegan con el estómago algo lleno, ya han jugado, ya se han conocido, experimentado y participado durante el trayecto. Ahora llega el momento de sentarse, comer más y hablar de ello. Es el momento de los discursos. Las palabras maridan con el aroma de los platos que se van llenando y que pasan de mano en mano para acabar frente a cada comensal, como en casa. Este era un plato elaborado y humeante, aromático, reconfortante, maternal, sin trampas.
El postre y el café que cierran el menú fueron servidos por las cocineras para permitir que la tertulia avance ya sin movimientos de espacio y sin pérdida de atención. Fue el único momento en que se hacieron visibles, durante el resto del proceso actuaroncomo ‘facilitadoras’ del tránsito y el ritmo, llendo por delante preparando cada escenario, siendo invisibles, silenciosas, imperceptibles.
Al final del itinerario los comensales habían recorrido en muy poco espacio físico una gran distancia conceptual. La idea de ‘acompañar al alimento’ en su viaje de procesado estuvo guiada por las personas que conducen las diferentes áreas de la empresa.
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