Un gran revuelo provocó hoy en todo el país (y en el resto del planeta) la noticia suministrada por el periódico El Mundo, que daba cuenta de la ejecución del perro Excálibur, la mascota de la enfermera española que contrajo el virus del ébola.
Miles de personas se movilizaron en España y las redes sociales se mostraron consternadas por la decisión de la justicia de sacrificar al canino para evitar que sea fuente de contagio del mortal virus que tiene en jaque a gran parte de África y que llegó a la península ibérica y a los Estados Unidos.
Sobre el mediodía el diario El Mundo dio la triste noticia de que autoridades veterinarias habían ingresado junto con personal de bomberos a la vivienda donde se encontraba el perro y que fue allí donde se realizó la ejecución del animal. También había señalado que el cadáver de Excálibur sería llevado a la Universidad Complutense de Madrid para su estudio.
Sin embargo, la tradicional casa de estudios desmintió que el perro vaya a ser objeto de estudios allí y que no recibirán el cuerpo inerte del animal, tal como reza el comunicado emitido esta tarde. “La universidad Complutense de Madrid desmiente rotundamente la falsa información publicada por un medio de comunicación, en la que se afirma que el perro de la auxiliar sanitaria contagiada de ébola se encuentra en dependencias de la UCM. El perro del matrimonio Limón Romero no está, no ha estado y no va a estar en ningún centro de la Universidad Complutense”, dice el escrito.
Sin embargo, es un misterio qué fue del cuerpo de Excálibur y ya muchos creen que incluso todavía no ha sido sacrificado, pese a que existe una orden judicial para llevar a cabo la eutanasia del animal. Pese a la desmentida de la UCM, El Mundo insiste en su versión: “Una fuente de la Universidad ha confirmado que el perro ha sido sacrificado y se encuentra en el Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (Visavet), algo que las fuentes oficiales han desmentido tajantemente”.
La orden de ejecución de la mascota había sido emitida por el Juzgado en lo Contencioso Administrativo 1 de Madrid, quien le concedió a las autoridades sanitarias los permisos para proceder con el protocolo apropiado para dar por terminada la vida de Excálibur. En horas de la mañana, poco antes del mediodía, personal de esa dependencia llegaron hasta la vivienda donde vive el can.
VLCNoticias|Redacción